Así lo afirmaron varios especialistas nacionales en reproducción asistida a tres días de cumplirse 33 años del nacimiento de Louise Brown, la primera «bebé de probeta» del mundo.
Robert Edwards fue el médico responsable de ese nacimiento, que fue en Inglaterra, y su labor que dio inicio a la fertilización asistida le valió el premio Nobel de Medicina en 2010.
(…)
Por su parte, Sergio Pasqualini, director del Instituto Médico Hallitus, coincidió en que «Argentina posee el nivel técnico, científico y de profesionales compatible a la de los países más avanzados», pero manifestó la necesidad de «contar con una ley nacional sobre fertilización asistida».
Pasqualini opinó que «la posibilidad de acceso a estas técnicas está restringida para buena parte de la población» y consideró como uno de los motivos «decisivos el factor económico».
Por eso, destacó que «hoy podemos estar orgullosos de tener una ley de reproducción asistida que promulgó la Provincia de Buenos Aires, que no sólo brinda salud a una parte de la población que de otro modo no accedería, sino que regula la práctica e incentiva su investigación y formación de profesionales».
Indicó que «esa ley es pionera en América Latina y, en varios aspectos, superior a la reglamentación de muchos estados de los Estados Unidos».
En la Provincia de Buenos Aires más de 30 parejas lograron en los últimos meses un embarazo, al acceder a tratamientos gratuitos en cuatro hospitales bonaerenses.
Ese programa está destinado a quienes tienen un mínimo de dos años de residencia en la provincia y los tratamientos son una posible salida al problema de la infertilidad, una dificultad que afecta a una de cada 6 parejas, según la Organización Mundial de la Salud.
Fuente: Télam