Es por esto que la consulta y el apoyo psicológico son fundamentales no solo porque brindan la contención necesaria, sino por su incidencia en la psiconeuroendocrinología y el aumento de las posibilidades de éxito del embarazo. El trabajo consiste en «apuntalar algunos recursos que la pareja tiene y no los ve por el estado de vulnerabilidad emocional que tienen», explica Judith Cosogliad, psicóloga del departamento
de Halitus.