Pero luego entre ellos se generó un vínculo afectivo que derivó en una relación de pareja y lo que ellos definieron como un «final feliz»: el nacimiento de un hijo.
El chico, que se llama Andy, nació el 4 de febrero de 2008 en Barcelona, según las declaraciones que Chávez realizó al sitio web telediariodigital.com de Río Cuarto, la ciudad natal de Maciá, a quien el 27 de febrero denunció por haberse llevado el niño sin su consentimiento.
«Arrancó a mi hijo de mis brazos sin dejar rastro» de a dónde fueron, dijo la mujer y aclaró que no están divorciados.
La inusual relación comenzó cuando Chávez Bogado respondió el aviso que Maciá había publicado en el diario cordobés La Voz del Interior, con el siguiente texto: «busco vientre en alquiler para dar un hijo; mujer bonita de 18 a 28».
En declaraciones al matutino, el hombre intentó justificar la original convocatoria.
Quería ser padre
«El hecho de ser guapo no te asegura encontrar el amor. Y yo hasta ahora no he tenido suerte con las mujeres o no me he llegado a enamorar, y me encuentro en una edad en la que quiero ser padre», explicó entonces.
En julio de 2006 el caso llamó a polémica y ocupó la tapa de los diarios. Maciá estaba entonces en el sur de Córdoba y, en una nota separada del aviso, explicó que mantenía su nombre en reserva porque su familia ignora el modo en que intenta ser padre.
«Si yo tuviera una pareja y el óvulo fuera de ella, cualquier envase me vendría bien. Pero como en este caso voy a usar el óvulo de la chica, necesito a alguien que genéticamente me guste, porque se supone que mi hijo va a heredar características mías y de ella», explicó.
El alquiler de vientre es una práctica que permite insertar un óvulo fecundado en el útero de una mujer dispuesta a someterse a esa práctica.
No hay leyes
Según explicó el director médico del Instituto Halitus, Sergio Pascualini, en Argentina «no hay una ley» que reglamente el alquiler de vientre, una técnica que se aplica en otros países como en Estados Unidos o México.
Pascualini dijo que en los países donde está legalizado se realiza «una especie de contrato» en el que las partes acuerdan correr con los gastos, para que «la mujer que alquila su vientre lleve adelante el embarazo».
La mujer que cede su vientre «lleva adelante un embarazo con un embrión formado con el óvulo y el espermatozoide de la pareja» que tiene problemas de fertilidad, por eso se hace un contrato en el que se establece «claramente la entrega del bebé», precisó.
El médico explicó que no está permitida la venta de óvulos y sostuvo que el que publicó el aviso en Córdoba «parece confundido».
Para agregar confusión, Maciá no detalló el modo en que pretendía fecundar el óvulo de la mujer que accediera a la práctica. «A mí me da igual si es a través de inseminación artificial» o a través de relaciones sexuales, dijo cuando publicó el aviso al que respondió la joven paraguaya, con quien luego se casó.
Ahora, desde Barcelona, la mujer dijo que según le informaron el padre del niño «estaría en Argentina buscando una nueva familia», tras lo cual lanzó «un llamado de auxilio» para poder recuperar a su hijo.
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