Adhiero a quienes entienden al útero portador como una técnica válida que, dentro del marco legal adecuado, es plausible de ser aplicada. Cada especialista debería expresarse desde su fuero individual y emitir opiniones en singular.
La técnica del útero portador es una realidad científica y una necesidad para quienes no pueden tener un hijo de otra manera. Hoy la alternativa para ellos es realizar el tratamiento en países donde está legislada, aunque la mayoría de las parejas quedan excluidas por los costos, que varían entre 20 mil dólares en la India hasta 100 mil dólares en Estados Unidos.
Y siempre pasa lo mismo: el que puede afrontar el gasto y tiene la disponibilidad, viajará y lo resolverá; quien no, resultará perjudicado. ¿Es justo? Claro que no.
Fuente: Veintitrés