Madonna es incansable. Ya no se trata de sexo ?bueno, según cómo se mire? ni de encendidas performances sobre el escenario: a los 51 años, con cuatro hijos y una edad cercana a la menopausia, Madonna acaba de hacer pública su decisión de buscar un nuevo embarazo. Y esta vez quiere que el padre sea su nuevo novio, un modelo brasileño de 25 años llamado Jesús Luz (quien habló de su eventual paternidad como su «mayor aventura»).
De esta manera, y como hizo tantas otras veces, Madonna llevó a los titulares de los diarios una tendencia ?en todo el mundo, la edad fértil se está prolongando? y también un debate: si la biotecnología permite embarazos entre mujeres que superan los 50 años, ¿es eso señal de que una «concepción tardía» es una buena decisión? En el caso de Madonna, parecería que sí.
«Ella sabe perfectamente que, con 51 años, va a ser más difícil concebir un hijo de forma natural. Pero tiene la forma física de una atleta olímpica, así que está más que preparada para el desafío», explicó una amiga suya al tabloide británico The Sun.
«La mujer que busca un embarazo después de los 40 años rejuvenece», agrega el doctor Sergio Pasqualini, director médico del Instituto Halitus. «Eso sí: en el caso de Madonna, como en el de muchas otras mujeres, la fecundación no se hará con óvulos propios. Hoy, lograr un embarazo mediante reproducción asistida es una opción entre tantas otras. Hasta hace algunos años, una madre era considerada añosa cuando superaba los 35 años. Luego, los embarazos de alto riesgo sucedían por encima de los 40. Hoy, todo eso desapareció».
De acuerdo con Pasqualini, los embarazos de mujeres grandes evolucionan especialmente bien porque son evaluados previamente y, en cierta forma, corren menos riesgos en tanto se siguen muy de cerca. Este pensamiento está en la misma línea de un estudio de la Universidad del Sur de California, que encontró que las mujeres mayores no tienen niveles más altos de estrés ni mayores riesgos de salud que las madres jóvenes.
Según la doctora Anne Steiner, quien dirigió la investigación ?realizada entre 150 mujeres de entre 30, 40 y 50 años que habían sido sometidas a tratamientos de fertilidad entre 1992 y 2004? «el estudio sugiere que la oposición que existe a las madres mayores podría estar basada más en prejuicios que en evidencia de que son malas madres».
Acá también hay. Mucho antes que Madonna, en la Argentina hubo varias figuras que tuvieron un hijo a edades consideradas «avanzadas». Marcela Tinayre fue madre de Rocco ?su tercer hijo? a los 52 y Marta Harff tuvo a Tomás rondando esa edad.
Para la psicoanalista Irene Meler, estas elecciones dejan de lado una verdad: criar hijos demanda mucha energía, y a partir de cierta edad se gana en sabiduría pero se pierde en fuerza (ver aparte). Sin ir más lejos, la rumana Adriana Ilescu ?famosa internacionalmente por haber dado a luz un bebé con 67 años, en 2005? se las debe estar viendo difíciles para criar un hijo con setenta y pico de años.
Esto, sin embargo, no parece disuadir a las mujeres de postergar la maternidad. Si bien en la Argentina no hay estudios al respecto, en España se sabe que los partos entre mujeres de entre 40 y 50 años aumentaron en un 79% entre 2000 y 2006, y un 141% respecto a 1990.
En esta franja se inscribirá, si todo sale bien, la Reina del Pop. Aun cuando ya tiene cuatro hijos: Lourdes, de 13 años, fruto de su relación con el coreógrafo Carlos León; Rocco, de 9, hijo que tuvo con Guy Richie; y David Banda y Mercy James, dos criaturas que adoptó en Malawi.
¿Por qué quiere seguir agrandando su familia? «Tengo amor infinito para dar», argumentó Madonna. Y, gracias a la ciencia, su capacidad de embarazarse también podría ser ?al menos hasta el momento- inacabable.
OPINIÓN
Una orfandad temprana
Irene Meler*
Hay dos principales factores por los que una mujer, hoy, puede tener hijos a partir de los 50 años. El primero deriva de un hecho elemental: las mujeres se ven tan presionadas por desarrollarse laboralmente ?y a la par de los varones?, que sólo pueden enfrentar la idea de una maternidad cuando ya son mayores.
Por otro lado, también influye una tendencia a la omnipotencia tecnológica. Hoy, las biotecnologías, que están inscriptas en un sistema mercantil, crean una demanda de maternidad tardía. Y lo hacen apoyándose en representaciones muy tradicionales, donde se asocia la feminidad con la maternidad y se les plantea a las mujeres que sus vidas no estarán completas si no han tenido hijos. De ahí que muchas mujeres que no tuvieron hijos porque no les interesaba, empiecen a pensar «uh, cómo voy a quedarme sin tener hijos».
En estos casos no se tiene en cuenta que, como mínimo, parir después de los 50 garantiza una orfandad temprana de esos hijos. Por más que la esperanza de vida se haya prolongado, estos hijos tendrán madre, como mucho, hasta los 40 y tantos años. Y sin irnos tan lejos, hay que pensar en la crianza. Hay un dicho: «Si la juventud supiera y la vejez pudiera?». Y es que las personas mayores suelen ser más criteriosas y posiblemente tengan mejor disposición, pero a la vez no tienen tanta fuerza. Porque acá se está olvidando que tener un hijo demanda mucha energía.
* Psicóloga coordinadora del Foro de Psicoanálisis y Género (APBA).
Motivos. ?Tengo un amor infinito para dar?, es el argumento de la diva. Según un estudio científico, las madres mayores no tienen mayor estrés ni riesgo que las jóvenes.
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