Los chinos creen que todo el cuerpo es como un ecosistema, en el que incluso la parte más pequeña afecta a todo lo demás.
La acupuntura es una rama de la medicina tradicional china que se ocupa de la prevención y tratamiento de enfermedades. Consiste en la inserción de agujas finas en ciertos puntos del cuerpo, acción a través de la cual se estimula la capacidad natural del cuerpo para curarse.
Para la medicina tradicional china en una mujer embarazada el equilibrio energético de su organismo sufre un cambio importante para poder aportar al feto la sangre y la energía necesaria para su correcto desarrollo.
La acupuntura ayudará a restablecer dicho equilibrio, armonizando la relación sangre/energía, adaptándose a los cambios que se producen en esta etapa.
La acupuntura durante el embarazo puede llegar a ser beneficiosa tanto para la mamá como para el futuro bebé, ya que mientras todo marche bien la salud del bebé dependerá de la salud de la mamá.
Es muy útil para contrarrestar las náuseas y vómitos, el estreñimiento, dolores de cabeza y acidez estomacal. Además, al regularizar la circulación de la energía ayuda a la ansiedad típica del embarazo y al insomnio. También ayuda a aliviar dolores de la cintura, zona pélvica, cansancio y agotamiento, calambres en las piernas y control de peso entre otras bondades.
Además, en los últimos meses del embarazo favorece el drenaje ya que es muy frecuente que se produzca retención de líquido en las piernas, tobillos y pies.
El tratamiento no presenta ningún peligro para el embarazo. No existe riesgo debido a que las agujas son estériles, hechas de acero inoxidable. El abdomen NO se toca (y algunos otros puntos que son muy técnicos, como b6 ig4). Por eso es importante que el profesional esté certificado en acupuntura y/o medicina china.
La mujer permanece acostada y relajada durante el tratamiento. Las agujas se aplican en puntos precisos a lo largo de los meridianos (éstos son líneas de energía que corren a lo largo del cuerpo y van nutriendo todos los órganos), ya que un bloqueo en estas energías repercute en todos los sistemas y de allí el desequilibrio. La duración de la sesión es aproximadamente de 30 minutos, aunque cada caso es diferente y el tiempo varía en función del criterio del médico y del síntoma a tratar.
Después del parto la acupuntura contribuye a la recuperación del cuerpo en general. Y si se tiene en cuenta que en el aspecto energético, el puerperio corresponde a un gran vacío que puede manifestarse como cansancio, ansiedad o dificultad para dar el pecho, la técnica puede ser de gran ayuda.
Es totalmente inofensiva y presenta importantes beneficios.
Por: Carla Mattei, acupunturista del Departamento de Mente-Cuerpo de Halitus Instituto Médico.
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