Es una antigua práctica china, que consiste en la introducción de pequeñas agujas en lugares estratégicos del cuerpo y por medio de esta acción se estimula la capacidad natural del cuerpo para curarse. Con el aval del médico obstetra, esta técnica puede ser de utilidad durante el embarazo.
Teniendo en cuenta que la Medicina Tradicional China considera que una mujer embarazada pasa por un fuerte desequilibrio energético para aportar energía y sangre para permitir el adecuado desarrollo de un bebé en su cuerpo, la acupuntura puede ser la manera de restablecer el equilibrio, disminuir los malestares de los primeros meses –especialmente náuseas y vómitos- y también de los últimos –retención de líquidos o venas varicosas-, e incluso puede preparar mejor a la mujer para el parto.
Asesoró: Carla Mattei, acupunturista de Halitus Instituto Médico.