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Por: Télam | 24/07/13

A 35 años de la primera beba de probeta argentina apuesta a una fertilizacion asistida


Buenos Aires, 24 de julio (Télam).- Con el nacimiento de Louise Brown, la primera beba de probeta, hace 35 años en Londres, las técnicas de fertilización asistida pasaron a ser una alternativa válida para las personas que no pueden tener hijos, logro que en Argentina se extendió a mujeres solas y parejas del mismo sexo.

Desde ese acontecimiento hasta hoy 5 millones nacieron en el mundo por distintas técnicas de reproducción asistida, según datos del Instituto Karolinska que otorga los premios Nobel de Medicina.
«Nuestro país acompaña estos avances con la reglamentación de la Ley de Fertilización Asistida, recientemente sancionada y reglamentada, lo que es para nosotros un gran orgullo», dijo a Télam Sergio Pasqualini (mn 39.914), director del Instituto Médico Halitus y presidente de la Fundación REPRO.
Pasqualini afirmó que «no conoce que haya una ley con tan amplio espectro como la ley argentina» en materia de «acceso a un derecho» como es el poder tener hijos cuando no es posible hacerlo en forma biológica.
Pasqualini aseguró que «esto abre un camino hacia otras leyes necesarias para reglamentar las distintas técnicas de fertilización que se van a aplicar, a medida que vaya aumentando la demanda».
Los avances en términos de técnicas de fertilización fueron notables desde el 25 de julio de 1978 -cuando el matrimonio de Lesley y John Brown vieron nacer a su hija-, tras intentar infructuosamente durante nueve años concebir un bebe.
A pesar de la obstrucción total que tenía Lesley en las trompas de Falopio, los investigadores Patrick Steptoe y el premio Nobel de Medicina, Robert Edwards, consiguieron que fuera un éxito el tratamiento que hasta entonces era experimental.
La técnica consistió en fecundar dentro de una «placa de Petri» el óvulo extraído de la mujer con el esperma de su marido para, luego de dos días de cultivo in vitro, devolverlo al útero materno.
«Aquello, que en ese momento fue vivido como un milagro, hoy es una realidad para muchísimas parejas que deben recurrir a la fertilización asistida», sostuvo Pasqualini.
Desde entonces, muchos son los avances que han tenido lugar en esta rama de la ciencia posibilitando «el nacimiento de casi 5.000.000 de bebés en el mundo».
La historia de la fertilización se completa en 1981 con el primer bebé producto de FIV en Estados Unidos, en 1982 en Francia y en 1986 en Argentina.
Paralelamente a estos logros, comenzaron a realizarse tratamientos en mujeres que tenían fallas ováricas, dando lugar al primer nacimiento producto de un óvulo donado, en 1984.
Mientras tanto, ese mismo año en Australia se produce el primer nacimiento de embriones congelados, otro gran hito en la trayectoria de la disciplina médica.
En Argentina, «el primer embarazo logrado en base a esta técnica se realiza en 1992 en nuestro instituto», dijo el titular de Halitus.
En 1988, se produce a nivel mundial el primer nacimiento con una técnica llamada SUZI, que consiste en inyectar espermatozoides por debajo de la cubierta del óvulo, que se llama zona pelúcida, y por fuera de su membrana.
En 1992, el SUZI se vio superado por el ICSI -inyección intracitoplasmática- que consiste en introducir un solo espermatozoide dentro del citoplasma de cada óvulo maduro utilizando una aguja de cristal muy delgada.
En 1993, se logra el primer embarazo mediante óvulos madurados «in vitro», técnica útil en casos de poliquitosis ovárica –donde la mujer tiene muchos microfolículos-.
«En el 2000, dijo Pasqualini, tuvimos el primer bebé del mundo producto de embrión obtenido de óvulos criopreservados con técnicas desarrolladas por este laboratorio; y en 2009, el primero del país, producto de óvulos vitrificados en un programa de ovodonación», señaló Pasqualini.
Mientras que en 2012, «logramos un nacimiento gemelar producto de óvulos que permanecieron congelados durante 12 años: lo cual implica el período más largo registrado hasta ahora a nivel mundial», contó. (Télam) cna-rb-mag 24/07/2013 17:41

Fuente: Télam