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Por: Para Ti Mamá | 13/10/10

7 datos reveladores sobre la fecundación


Te contamos aquellas cosas que no sabías sobre el misterioso y mágico proceso de la unión entre un óvulo y un espermatozoide.

Asesoró: Dr. R. Sergio Pasqualini, ginecólogo especialista en fertilidad, director médico de Halitus Instituto Médico, M.N. 39.914.

1. La fecundación tarda alrededor de un día y medio y es un proceso súper sincronizado. La fertilización es un proceso dinámico, que se da en etapas sucesivas y que varía en tiempos, dependiendo de muchos factores. Pasan entre 3 y 10 horas (8 horas en promedio) desde que el espermatozoide se funde con el ovocito hasta que se forma el núcleo del embrión. Mientras que desde la fecundación hasta que se produce la primera división a un embrión de dos células transcurren entre 25 y 33 horas. Al transcurrir, si cualquiera de las fases que lo componen se ve afectada, puede causar una falla total en el proceso. Ocurre como un mecanismo que se da en cadena, no como episodios aislados e independientes.
2. El espermatozoide se capacita para fecundar. La célula sexual masculina experimenta una “capacitación” para poder fecundar al óvulo. Esta “capacitación” consiste en una serie de cambios que lo preparan para poder fundirse con el ovocito (célula que luego será óvulo), y que tienen lugar dentro del tracto reproductivo femenino, mientras lo va transitando. El punto más importante de esta capacitación es la desestabilización de la membrana plasmática que recubre el espermatozoide y que permite su unión a la zona pelúcida (cubierta exterior) del ovocito. Una vez unido a la zona pelúcida, el espermatozoide debe atravesarla para fusionarse con la membrana plasmática del ovocito. Esto lo hace gracias al acrosoma, que es un conjunto de enzimas capaces de digerir la zona pelúcida, y que está en la parte anterior de su cabeza. La misma zona pelúcida del ovocito además de servir como receptor del espermatozoide estimula que se funda con la membrana del ovocito. Y mientras progresa esta reacción, el espermatozoide va perdiendo la parte de atrás.
3. El espermatozoide se mueve como loco, mientras que el ovocito lo espera detenido. Una vez capacitado, es notoria la “hiperactivación” –aumento notable en la movilidad– de la célula masculina. Mientras que el empuje producido por los movimientos de la cola del espermatozoide hiperactivado ayuda a que avance a través de la zona pelúcida mientras la va digiriendo con sus enzimas. Su movilidad, sumada al acrosoma son fundamentales en la fecundación. En tanto, el ovocito antes de la fertilización se encuentra en estado de espera y está detenido su proceso de división celular. Pero la unión con el espermatozoide gatilla una serie de cambios metabólicos y físicos que se conocen como “activación”. Uno de estos cambios es el rápido endurecimiento de la zona pelúcida haciéndola resistente a que otros espermatozoides la atraviesen.
4. Un espermatozoide vive mucho más que un ovocito. Un espermatozoide pueden vivir dos días o más, dependiendo de su salud y del medio ambiente (tracto reproductivo femenino) con el que se encuentra. Hay ambientes muy favorables y otros que son muy hostiles. El ovocito, en cambio, tiene una vida mucho más efímera. Después de la ovulación va perdiendo rápidamente capacidad de dar lugar a un embarazo viable y en cuestión de 12 horas se inutiliza.
5. La fecundación se favorece si se logra la penetración máxima durante la eyaculación. Si durante el acto sexual se recurre a ciertas posiciones que facilitan la penetración máxima al momento del eyaculado, se favorece el embarazo. Una de las posiciones que la favorecen es la del hombre sobre la mujer, conocida como “misionero”, y en general todas aquellas en las que la mujer se encuentra debajo del hombre. En tanto, no existe posición, ni gimnasia, ni nada que tenga incidencia sobre quedar embarazada que la mujer pueda hacer después de la relación. Todo lo que se dice en este sentido se trata más bien de un mito.
6. El estrés incide en el éxito de la fecundación. Las cuestiones mentales, emocionales y físicas están entrelazados cuando se habla de reproducción. El estrés es una respuesta del cuerpo a cualquier demanda, ya sea física o emocional. Es una cadena de reacciones glandulares y hormonales con el fin de ayudar al organismo a adaptarse y enfrentar las nuevas condiciones y circunstancias del entorno. Cuando esta exigencia se sostiene en el tiempo, la reacción de estrés se convierte en un factor que complica el normal funcionamiento del organismo, incluyendo al sistema reproductivo.
7. El hombre eyacula miles de millones de espermatozoides, mientras que la mujer expulsa un solo óvulo por ovulación. Se calcula que el hombre eyacula de 2 a 4 ml de semen, con una concentración normal de espermatozoides mayor a 20 millones por ml. Mientras que la mujer e expulsa un solo óvulo cada vez que ovula.

por Ana van Gelderen / fotos: Luis Rosendo Producciones Fotográficas – Getty Images.

Fuente: Para Ti Mamá