La enfermedad celíaca o intolerancia al gluten tiene causas indeterminadas- aunque se cree que tiene un origen hereditario o genético- y por provocar una alteración en la absorción de nutrientes, exige el seguimiento de una dieta adecuada. Su relación con la fertilidad y qué hay que saber para convivir con esta enfermedad sin perder calidad de vida.
La enfermedad celíaca es una de las enfermedades crónicas más comunes y presenta un cuadro caracterizado por una intolerancia al gluten, provocando lesiones graves en la mucosa que reviste el intestino delgado. La intolerancia al gluten (harinas de trigo) que presentan estas personas es permanente y dura toda la vida. Se manifiesta por:
Se caracteriza por presentar los siguientes síntomas:
* Diarrea o constipación
* Pérdida de fuerzas y de peso
* Anemias por deficiencia de hierro
* Deficiencias nutricionales
* Fatiga y falta de energía
* Infertilidad
* Osteopenia / Osteoporosis
* Dolor en los huesos
* Cambio de color en los dientes o pérdida del esmalte
Generalmente, el diagnóstico se realiza durante los primeros 6 a 12 meses de vida pero también puede manifestarse recién en la edad adulta, la mayor parte de los celíacos adultos son diagnosticados entre los 20 y los 50 años aproximadamente.
A partir de los síntomas el diagnóstico se lleva a cabo por medición de anticuerpos específicos en la sangre, y si el resultado es positivo, suele indicarse una biopsia de intestinos delgado.
Cuando el diagnóstico está firme, lo primero que debe hacerse es evitar la presencia de gluten en la dieta, así, la consulta con el nutricionista es fundamental.
La celiaquía puede incidir en la fertilidad de una mujer porque la mala absorción de vitaminas y minerales que genera puede suprimir la acción de las hormonas que estimulan la ovulación. Pero fundamentalmente, una mujer celíaca deberá enfrentar el problema del bajo peso relacionado a esa mala absorción.
“Los trastornos alimentarios menores, es decir, sin llevar a los extremos de la anorexia o bulimia pueden llevar a una alteración de la fertilidad por afectar la armonía interna que es la que va a permitir la producción del óvulo, la ovulación y hasta la calidad del óvulo en la mujer y los espermatozoides en el hombre. El mecanismo por el cual se produce la ovulación es un mecanismo de relojería perfecto, por lo tanto, cualquier alteración de ese equilibrio puede verse reflejada en un cambio en la ovulación. Pero además, debe tenerse en cuenta que no sólo puede verse afectada la ovulación sino también la calidad de los óvulos y esto también puede ser un problema a la hora de buscar un embarazo. Como resultado de una menarca tardía y una menopausia precoz, las pacientes celíacas suelen presentar un período reproductivo más breve y demorar más en el logro de un embarazo. Incluso, los estudios muestran una mayor incidencia de abortos a repetición. En nuestra experiencia, no son pocas las mujeres que llegan a la consulta sin haber sido diagnosticadas como celíacas y al realizar los estudios para establecer las causas de infertilidad aparece el problema.
Es importante tomar todos los recaudos y realizar los estudios necesarios para establecer ese tipo de patologías. Por eso es tan importante llevar adelante una dieta balanceada, mantener un peso adecuado y la consulta médica periódica”, sostiene el Dr. Pasqualini, Director Médico de Halitus Instituto Médico.
Y agrega, “Siempre es importante trabajar en conjunto con el médico que las controla y el nutricionista, dado que lo principal es garantizar el seguimiento de una dieta acorde y balanceada, libre de gluten, teniendo en cuenta que esta afección puede, en algunas ocasiones, agravarse durante el embarazo o en el postparto. Incluso, a veces, la mujer embarazada puede no darse cuenta que es celíaca y es importante realizar el chequeo ante el mínimo síntoma porque el déficit alimentario que esta afección genera puede traer consecuencias en el desarrollo fetal”.
Es importante a la hora de alimentarse evitar la presencia de gluten en la dieta ya que aumenta el riesgo de padecer efectos secundarios a largo plazo. Es por ello que las personas con esta enfermedad deben reducir el consumo de:
* semillas de los cereales, salvo el arroz, la soja, la mandioca y el maíz
* no deben incluirse en la dieta alimentos con trigo, avena, centeno y cebada (presentes en las pastas, el pan, la cerveza, fiambres, sopas crema, productos de repostería y pastelería, conservas, helados, caramelos e incluso el chocolate).