Luego de 9 años de búsqueda y gracias a las investigaciones llevadas a cabo por el Dr. Patrick Steptoe y el Dr. Robert Edwards – este último galardonado con el Premio Nobel de Medicina por estos descubrimientos-, el matrimonio Brown, pese a un problema tubárico de ella, veía nacer a su primera hija, Louise (tendrían más tarde una segunda hija por el mismo método).
En aquellos años el tratamiento era experimental y consistía en fecundar dentro de una probeta el óvulo extraído de la mujer con el esperma de su marido para, luego de dos días, devolverlo al útero materno. Pero aquel acontecimiento vivido como un milagro, hoy es una realidad para muchísimas parejas que deben recurrir a la fertilización asistida. Y desde entonces, muchos más son los avances que han tenido lugar en esta rama de la ciencia posibilitando el nacimiento de casi 5 millones de bebés en el mundo.
“Yo me recibí en el ’71 y en 1978 estaba recién terminando de ser instructor de residentes en el Hospital de Clínicas y me acuerdo del revuelo que había a partir de ese nacimiento en el área de reproducción. Desde 1978 hasta 1987 hice muchísimo de asistencial pero en ese momento buscando hacer algo de investigación, creamos Halitus y empezamos un camino en una época en la que todo lo de reproducción recién empezaba. Con el Dr. Quintans como biólogo empezamos, con el Dr. Damasco, con quien caminamos juntos unos años y estamos donde estamos gracias a ese comienzo, 25 años después.”, cuenta el Dr. R. Sergio Pasqualini, Director Científico de Halitus Instituto Médico.
Nota completa: 34 años después del primer bebé de probeta