2006: el boom de la fertilidad

Parecería que ya casi no hay impedimento alguno para tener un bebé (salvo el económico, claro). Pero ni la edad avanzada, ni enfermedades graves como el cáncer o el VIH, o ni siquiera la infertilidad misma son hoy problemas que no tengan solución para la ciencia. Por eso, cada vez se hacen más tratamientos. En el 2006 hubo casi 5.000, un récord para Argentina. ‘Este año hubo un 20 por ciento más de tratamientos que en el 2005’, dijo a Clarín Claudio Chillik, director de la Sociedad Argentina de Medicina Reproductiva, que aglutina a la veintena de centros habilitados que hay en el país para realizar estas prácticas. Las razones del crecimiento: ‘La situación económica (es clave porque las obras sociales no cubren nada); la edad de las mujeres (cada vez quieren tener hijos más grandes); los avances científicos (abarcan más casos); y el acceso a la información’. Así, no sólo hubo muchos tratamientos, sino también hubo casos sorprendentes, como mamás primerizas de casi 60 años, mujeres que tuvieron bebés de embriones congelados hace años o bebés sanos de padres con HIV.

‘Se dieron ejemplos concretos de importantes avances que se venían dando en los últimos años’, explica Ester Polak, del CER Instituto Médico. Junto a José Cibelli, experto en clonación que investiga en la Universidad de Michigan, activaron este año un óvulo congelado sin necesidad de espermatozoides, con el fin de obtener células madres.

‘El crecimiento de tratamientos es constante. Se posiciona el DGP, Diagnóstico Genético Preimplantatorio (permite saber antes del embarazo si el embrión es genéticamente normal), y la ovodonación. También crecieron las consultas para preservar la fertilidad en pacientes con cáncer, tanto por criopreservación de semen, óvulos y embriones como de tejido ovárico’, dice Sergio Pasqualini, director de Halitus.

‘Todos los años hay novedades importantes en fertilidad. En este se consolidó la técnica de vitrificación —modificación en los procesos de congelamiento de ovocitos— y el transplante ovárico’, dice Ramiro Quintana, del Instituto de Ginecología y Fertilidad.

Para el doctor Edgardo Young, del IFER, hay varios avances: el PGD; la maduración in Vitro de ovocitos en pacientes con ovarios poliquísticos; la fertilización in Vitro y el trabajo en conjunto con infectólogos permite hijos sanos de padres con VIH; la ovodonación, para casos de poca respuesta ovárica o menopausia precoz’.

¿Qué se espera para los próximos años? ‘Llegar a la transferencia de un solo embrión que sea genéticamente normal’, dice Pasqualini. ‘El gran cambio está en seguir investigando en el área de células madre, y también con todo lo relacionado a la medicina regenerativa’, dice Polak.

Para Quintana, los avances se relacionan con la mejora de la criopreservación de óvulos y ovario; el diagnóstico cromosómico de los embriones; el desarrollo de nuevos medicamentos; y el conocimiento de mecanismos que expliquen las fallas reiteradas en la implantación de los embriones.

Según Young, la técnica de vitrificación para congelar óvulos y embriones tendrá aplicación clínica. Y agrega: ‘La industria farmacéutica está desarrollando medicamentos más confiables, y en biología se desarrollan técnicas para obtener células madres para reparar tejidos dañados’.

Nicolás Neuspiller, de Fecunditas, coincide con los avances de las células madre, los estudios genómicos y los productos farmacéuticos. Para Roberto Testa, jefe de Ginecología del hospital Italiano, las investigaciones se centran en: ‘Evitar embarazos múltiples; transferir un embrión único; congelar ovocitos; usar células madre con fines terapéuticos; criopreservar tejido ovárico. Y el transplante de útero’.

SE HICIERON EN EL PAIS UN 20% MAS DE TRATAMIENTOS DE FERTILIZACION QUE EL AÑO PASADO: TODO UN RECORD

‘Angelina es un milagro, la mandó Dios’
Marcela Lanzoni quedó embarazada después de haber tenido cáncer de cuello de útero, algo impensado hace unos años. La mujer, de 41 años, se sometió a una novedosa técnica llamada traquelectomía radical: le sacaron el 80% del cuello del útero, para preservar su fertilidad, y así logró el embarazo.

La beba nació el 29 de septiembre —fue por cesárea y con bajo peso—, pero a fuerza de teta y complementos, ya pesa cerca de cinco kilos y ahora su mamá la presenta en sociedad. Según cuenta su mamá, es muy inquieta. Duerme de a ratos, le gustan los baños, y cuando la sacan a pasear por las calles de Junín. Marcela confiesa que sus momentos preferidos son cuando la mete en la cama grande y duermen la siesta juntitas: ‘Sentirla, tocarla, es hermoso’.

Le pusieron Angelina. ‘Porque es un angel, porque la mandó Dios, porque ella es un milagro’, dice Marcela. Y sí, cualquier mujer sabe que es difícil tener hijos después de un cáncer, pero ella lo logró. Los médicos le dijeron a Marcela que tranquilamente puede tener otro bebé. Le encantaría, y como buena maestra jardinera que es, ama los chicos, pero tiene dudas, más que nada, económicas. ‘No sé, es demasiado. Me parece que todo fue una película, pero bueno, ya pasó’. Ahí está Angelina para demostrarlo.

‘Lo que nos pasó es mágico’
El embarazo de Tamar Braunstein es el primero en el país conseguido a partir de preembriones congelados hace una década. La mujer (48 años) fue atendida por el doctor Sergio Papier, en el CEGYR. La historia empezó por el 96, cuando no podía tener hijos, y se sometió a un tratamiento. Quedó embarazada y tuvo a Alan, que el 19 de marzo cumple 10 años. Pero entonces quedaron tres embriones, que se congelaron. La vida de esta pareja —ella estudia grafología, y Simón se dedica a las calderas— fue transcurriendo con normalidad, hasta que este año decidieron buscar aquellos embriones. Prendió uno y así Tamar está embarazada nuevamente, esta vez es una nena, que se va a llamar Magalí, ‘porque esto que nos pasó es mágico’, y por aquella Maga de Cortázar, sí. Tamar asegura: ‘No tengo ningún conflicto moral con lo que hicimos, pienso que es una alternativa maravillosa que nos brindó la ciencia’.
Cambiar pañales a los 45 años
Gloria Ramírez empezó tarde a buscar hijos. Y no resultó nada sencillo. Así que terminó en Halitus sometiéndose a distintos tratamientos de fertilización. Recién en febrero de este año logró el embarazo tan deseado. Al principio eran trillizos. En la semana ocho uno murió, así que a partir de allí esta mujer, supervisora de enfermeras en el Instituto del Diagnóstico, estuvo en la cama, todo el día, hasta que el 31 de octubre nacieron las mellicitas María Lourdes y María Emilia, (dos kilos cada una). De esta manera, Gloria fue mamá, a los 45 años. ‘Me siento una madre joven, es que soy joven’, dice muy risueña. Y habla también de su esposo, Alberto, que tiene 52 años, dos hijas grandes de un matrimonio anterior, y un nieto. ‘El tampoco se siente viejo, para nada, es un padrazo total’, dice Gloria. Y asegura que una de las ventajas de ser padres mayorcitos es que ahora son más responsables.

SALUD : TRATAMIENTOS EN EL PAIS

Turistas que llegan con un sueño

En Halitus, el 10 por ciento de las consultas son de pacientes del exterior (Uruguay, Estados Unidos, España, Ecuador, México, Paraguay, Chile y Venezuela). Y la tendencia, aseguran, es creciente.

Según Young, la gente que viene del exterior es por los costos. ‘En nuestro país un tratamiento de fertilización in vitro sale 10.000 pesos y en Estados Unidos de 13.000 a 15.000 dólares’.

‘Hay pacientes que vienen para realizar tratamientos de reproducción asistida, debido a que, dentro de Latinoamérica, Argentina es un país de referencia en lo que se refiere a tratamientos médicos, sumado a que los costos son bastante inferiores a los que tienen en otros países. Eso nos posiciona como país de destino del llamado Turismo de Fertilidad‘, dice Neuspiller.

Para Testa, la llegada de extranjeros es por la ventaja competitiva en el ámbito económico (cambio dólar—peso). ‘Sumado a los buenos resultados en fertilidad asistida del país, propician la posibilidad de realizar cada vez más tratamientos en la Argentina’.