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Testimonio de ovodonación


Quiero agradecer a Halitus, al personal médico y no médico que nos ayudo a transitar el camino hacia la felicidad. Felicidad motivada por el nacimiento de nuestra hija, a quien tanto ansiamos junto a mi marido.

El tema no fue fácil, el camino largo y difícil… como solución surgió la alterativa de una ovodonación.

De ahí que deseo que mi pequeño testimonio pueda servir de alguna manera, a aquellas parejas que tengan que tomar la decisión de acceder o no a este tipo de camino para llegar al hijo tan esperado.

A ellos les digo que soy muy feliz. En este momento tengo a mi pequeña beba en mi falda, pateando la mesita en que está el teclado de la computadora, mientras trato de escribir, y emitiendo esos soniditos tan bellos a los que nos tiene acostumbrados. Esta mañana la vi despertar con una de sus más hermosas sonrisas. Anoche le di la teta, como tantas otras veces a lo largo de cada día, abrazándola, viendo cada uno de sus gestitos, disfrutándolos, queriendo que cada uno de esos momentos se hagan eternos… así podría seguir escribiendo innumerables cosas.

Todas aquellas, pueden parecer palabras de una madre «babosa», pero si bien lo son, las introduje a propósito, como para que puedan saber que no sería lo mismo transcurrir por la vida sin sentir todas esas cosas…

La elección del método puede ser difícil, pues hay algo de lo natural que se pierde en el camino, pues algo de nuestro narcisismo se ve herido, porque hay que enfrentarse a los famosos “se parecerá a…” pero: ….NADA, NADA, y lo ¡puedo asegurar! importa más que sentir todo lo que detallé antes. Nada, nada, obstaculizará el que ese día que el análisis confirme el embarazo sea el más feliz de sus vidas, nada, nada, pesa más que sentir como va creciendo en el vientre día a día, nada, nada, que confirmarlo con cada ecografía y poder asomarse a su mundo intrauterino, y sentir que es nuestra, que está ahí. Nada, nada, los hará transitar ese día tan especial, único e irrepetible, como el de su nacimiento, ni vivir este presente, con ella aquí, creciendo, sonriendo, dándonos vida.

Por eso quiero dejar este testimonio para quienes son habitados por la duda o el temor, para ayudarlos a dejar todo eso antes, pues no vale la pena.

Gracias por todo.
Una paciente