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Saltar al vacío


A los 47 años, luego de 9 años y medio en pareja, de buscar embarazo de manera natural y de tres tratamientos de alta complejidad en el lugar al que me envió la obra social y que resultaron fallidos, me separé. Sin embargo, el deseo de ser mamá ya había plantado su semilla y no había manera de negarlo.

Como no tenía intenciones ni ganas de buscar un nuevo compañero de vida, me pregunté si me animaba a intentar ser mamá monoparental e, impulsada por ese deseo profundo, decidí “saltar al vacío” con el apoyo de mis papás.

Llegué a Halitus por recomendación y fue otro mundo. Nada que ver con las experiencias anteriores donde me había sentido como “un caso más a embarazar” y en dónde los tres tratamientos se hicieron de manera casi idéntica sin buscar otras alternativas. Conocer a la Dra. Eugenia Baum y al equipo de Halitus fue lo mejor que me pasó en este peregrinaje de búsqueda. El nivel de respeto, escucha, contención y empatía me hicieron sentir muy a gusto y me dieron la confianza, el entusiasmo y la ilusión que había perdido.

Gracias a su gestión, profesionalismo y entrega, en febrero de 2020 hicimos un tratamiento de fertilidad más pero diferente. La Dra. Baum no sólo se aseguró de que mi útero estuviera en condiciones óptimas, sino que esperó y eligió los óvulos que consideró ideales para mí (aún descartando una donante) y, cuando llegaron, se logró un embrión que resultó apto para transferir (los otros embriones no prosperaron).

El resultado de todo ese trabajo y espera ¡¡produjo el milagro y quedé embarazada!! Es imposible describir la emoción, la incredulidad y la felicidad al recibir la noticia. Y lo acompañada que me sentí en esa felicidad por la Dra. Eugenia Baum.

¡Tuve un embarazo maravilloso y muy, muy pleno! Y el 30 de octubre de 2020 nació Mateo, un “pandemial” escorpiano que es un sol que vino a iluminar mi vida aún más.

Eternamente agradecida a la Dra. Baum y a su equipo. Pero, sobre todo, a ella que me acompañó en todo el proceso con su hermosa calidez. Gracias de parte de Mateo y mía. ¡¡Somos muy felices!!

Nane Laurencena.