Con muchísimo cariño le enviamos una fotografía de nuestro bebé, que nació el 11 de abril de 1999, a las 20.20 hs. Creemos que nuestro hijo es un poco hijo suyo también, ya que gracias a su conocimiento técnico en fertilidad pudo hacer realidad mi deseo de ser mamá, a los 44 años.
Tampoco podemos dejar de decir que, también en nuestro hijo, está la bendición de Dios y su voluntad, pero sin duda alguna, yo como ser humano y mamá, siento que Dios lo ha puesto a usted al servicio de todas las mujeres, que por una razón o por otra, han tenido alguna dificultad para concebir naturalmente.
Con todo esto queremos decirle ¡muchas gracias por ayudarnos! sobretodo a mí, ya que este es mi primer hijo y aunque para mi esposo sea el tercero, este bebé lo ha hecho vivir nuevamente a los 46 años de edad.
Y para despedirnos, le contaré una anécdota que seguramente usted no tiene presente en su memoria, pero que en mí estará presente siempre. El día que me realizó la transferencia de tres embriones, antes de comenzar, se me acercó y me apretó fuertemente el brazo, preguntando: -“Y Laura… ¿Qué es lo que querés?”. Inmediatamente en voz alta contesté: -“Ser madre, es lo que más quiero”. Usted me miró sorprendido porque su pregunta simplemente había sido hecha al pasar, para distraerme, como para decir algo y conversar.
Ya ve usted, estimado Doctor, en ese momento Dios también me estaba escuchando. Muchos cariños y hasta siempre.
Laura Sasu Guelarof
Buenos Aires 30 de agosto de 1999