Nuestro querido doctor lo queremos con el alma

Para nosotros es un sueño, que sin usted hubiese sido imposible, ya que cuando llegamos a Halitus nos quedaba poco dinero, psicológicamente estábamos agotados y mi físico no quería mas agresiones. Habían sido ocho largos años de tratamientos visitando casi todos los centros de fertilidad de Buenos Aires .
Recuerdo la primer visita donde le dije que necesitaba un médico que me contenga, y usted con su cara de bondad me dijo, que no sabía si lo iba a poder hacer, pero seguro que en todas las consultas lo iba a encontrar igual. Y así fue.
Comenzamos muy tranquilos con inseminaciones y en la tercera apareció la segunda famosa rayita en el test de embarazo. Fue así que veinte días antes de la fecha aproximada, salimos temprano de nuestro pueblo, Los Cardales, porque Mauricio estaba tan ansioso como nosotros por llegar a nuestra familia.
Hoy todo es felicidad y gracias a usted, hoy, más que nunca, creo que todo se puede, y si tuvimos que esperar ocho años para esto, agradecida le estoy al tiempo.
A todas las parejas que comienzan, que fracasan, que se angustian, sepan que están con un profesional honesto, dispuesto a ayudar y con una gran experiencia. Y aunque a veces digan que ya no pueden mas sigan igual. Nuestro querido doctor lo queremos con el alma.

Andrea Besso, Alberto di Torio y Mauricio di Torio
Los Cardales, Pcia. de Buenos Aires
Lunes, 23 de septiembre de 2002