Nuestro largo camino…

Nuestro largo camino…

Nosotros somos el matrimonio Sandra y Daniel Berns.
Nuestra historia comienza en el año 95, un año después de habernos casado.
Decidimos ser papas, pero todo quedo en nuestra decisión, porque lo que pensábamos que era tan fácil, fue lo más difícil, una lucha diaria, que duro 8 años…
Fuimos como las golondrinas de un lugar a otro, intentando los tratamientos más convencionales, tes. de ovulación, tomarme la temperatura antes de levantarme, distintas posiciones, análisis de todo tipo, hormonales, de algún virus en la sangre, y no sé cuantos más,, espermogramas, etc., hasta una histerosalpignografia, que se que muchos le tienen miedo, pero que yo les aseguro que es solo una pequeña molestia, y no duele nada. Y hasta eso todo salía bien…
¿pero que pasaba?, yo no quedaba embarazada.
Y los años seguían pasando, el llorar todos los meses cuando menstruaba, el soñar con un hijo, que no llegaba, y no entendíamos ¿qué pasaba?,, según los médicos, todo estaba bien.
En el año 2000, me llega la información de un instituto en Buenos Aires, “el mejor”, así me dijeron, “anda, vas a quedar embarazada”, y allá fuimos, con nuestra ilusión , con mucha alegría, con muchos sacrificios económicos, pero no importaba, queríamos un hijo, nada mas pedíamos, solamente un hijo.
Y empezaron de nuevo los análisis, ni hablar el costo infernal de las consultas, y nos dieron la primera palabra nueva “inseminación”, ¡qué palabra tan fuerte!!
Intentamos nuestra primera inseminación, el 16/02/2000,, que alegría que teníamos,, yo me sentia embarazada
La inseminación no resulto.
Otra vez análisis, y un segundo intento, otra vez fallido.
Daniel con mucha angustia, y muy desalentado me pidió tiempo, un descanso, no entendía porque no nos explicaban, no nos daban opciones mas que inseminaciones, y él necesitaba un respiro, y parar un poco.
Así pasaron 2 años, yo me entregue a mi trabajo, para tapar un agujero, y me llega a mis manos por una alumna, un folleto de Halitus en Zarate con la Dra. Irene Dall’Agnoletta, y lo deje arriba de la mesa.
Un día mi marido, lo lee, y me dice ahora si,, voy a llamar,, pidió un turno, y allá estábamos enfrente de ella, nuestra doctora, que con mucha atención nos supo escuchar. Algo que nadie lo había hecho antes.
Nos respeto los análisis anteriores, y solo pidió un espermograma nuevo, y ¿sabes una cosa? Ahí estaba el problema. Jamás con una inseminación iba a quedar embarazada, porque Daniel solo tenia muy bajo el porcentaje de espermas.
Las palabras de ella fueron, lo único que nos queda es In Vitro.
¡¡Que palabra!!,
Dijimos sí!! Lo intentamos, pero sabiendo que solo teníamos a nuestro favor un 30% de posibilidades positivas.
Y se lo dijimos a todo el mundo,,, ese fue nuestro error.
Julio del año 2002, después de una estimulación muy cuidada, bien guiada por Irene, nos acompaño a Buenos Aires al Inst. Halitus, a hacer la punción de los óvulos.
14 Óvulos me sacaron, y se formaron 6 embriones!!! ¡¡Que bueno!! Pero solo uno era muy hermoso, los demás venían lentos.
Transfirieron 4, y después de una larga espera de 15 días, otra vez me indispuse, no había prendido ninguno.
Fue cuando entendí, que las cosas no son como uno quiere, sino cuando las quiere Dios. No me enoje, sabia que teníamos un porcentaje muy bajo de posibilidades. Daniel estaba muy desanimado, no quería saber mas nada. Y deje que descargara.
Yo agradecí mucho, porque entendí que lo habíamos intentado, que estábamos en muy buenas manos, que Irene Dall’Agnoletta, nos cuido, y nos contuvo, en todo momento.
Fue cuando mire a mí alrededor, y agradecí por todo lo que habíamos podido hacer.
Paso ese año, y en febrero del 2003, comenzamos con Irene una nueva estimulación.
En marzo llega el momento de la punción de óvulos, y allá fuimos otra vez a Halitus con Irene, y solo me sacaron 6 óvulos. De los cuales solo tres eran buenos y los otros tres mas o menos.
Como llore en esa camilla, mis posibilidades eran poquitas. La abrace a Irene, y le agradecí por todo lo que había hecho por nosotros.
Al otro día me llaman del Instituto, y me dan la buena noticia que se había formado tres embriones,,
Saltos de alegría, no lo podía creer. Al otro día fui a que me lo transfirieran, y me quede muy tranquila en casa esperando que pasen esos terribles 15 días de espera.
Esta vez no se lo dijimos a nadie, solo lo sabíamos Daniel y yo.
Llego el día del análisis de sangre, yo sentadita en el laboratorio, no podía creer que estaba ahí, esperando saber si iba a ser mama.
Al otro día, los fui a buscar, y no entendíamos nada, todo eran valores, no decía positivo, pero los valores daban un embarazo!!
La llamamos a Irene, y le dimos los valores,, me dijo ¡¡estas embarazada!!!
Esas palabras no me las olvido mas!!
‘’Estoy embarazada”
Hoy les puedo contar, que llevo en mi panza lo que tanto deseamos, lo que tanto esperamos, que siento como crece día a día, que nos falta poquito para tenerlo en nuestros brazos…
Pero lo que más quiero transmitir, es que se entreguen al profesional, que confíen , que de donde sea saquen tranquilidad, que el buscar un hijo no sea con angustias, sino con esperanzas, que todo se puede,,,
Y les puedo asegurar que van a sentir lo que yo en estos momentos estoy sintiendo.
Les regalamos una frase

“Pide y se te dará, busca y encontraras, toca y se te será abierto”….

Quiero agradecer en primer lugar a Dios por esta bendición, a Daniel por el amor que me da, porqué camino al lado mío, por pelarla conmigo,, esto es un tema de dos no de uno, a Irene Dall’Agnoletta, por su comprensión por ser tan buena profesional, por entregarnos todo lo que sabe, pero por sobre todas las cosas, porque es un gran ser humano, que supo como mama ponerse en mi lugar, al Inst. Halitus, porque nos cuidaron, principalmente a mí.
A aquellos que en forma desinteresada nos ayudaron a llevar adelante este proceso y nos tendieron una mano cuando más lo necesitamos, como nuestras farmacéuticas, el centro de enfermería donde me aplicaban las inyecciones, y compartir nuestra alegría con nuestros padres y amigos

Sandra y Daniel Y el futuro bebe