La nuestra es una historia difícil, hace más de 10 años pasamos por varios embarazos que se perdían a las pocas semanas y nadie podía darnos una respuesta, sólo nos recetaban hormonas y reposo, pero igualmente se perdían.
Tiempo más tarde pasamos por 3 embarazos ectópicos y en el medio por una laparoscopía exploratoria y también por negligencias y comercio detrás de muchos estudios y tratamientos inútiles.
A partir de ese momento sólo nos quedaba la opción de una FIV ya que carecíamos de trompas. Luego de esto, y con gran esfuerzo económico y espiritual, hicimos varios intentos de FIV, pero con resultado negativos. En cada intento poníamos gran expectativa y esperanza, pero los resultados siempre fueron negativos y llegamos a estar casi desahuciados.
En ese momento comprendimos que no podíamos esperar más para ser padres e hicimos los trámites para adopción, que finalmente nos permitió cambiar el rumbo de nuestras vidas cuando llego Micaela y nos llenó de felicidad .
Fue el día de nuestro aniversario, cuando decidimos volver a intentar por última vez un tratamiento, pero esta vez decidimos hacerlo en Halitus. Y encontramos un gran equipo, comenzando con el doctor Sergio Pasqualini, quien sin desanimarnos ni crearnos falsas expectativas, trazó un posible tratamiento en base a las probables causas de fracasos anteriores por abortos recurrentes.
También la Dra. Sarto nos confirmó las sospechas y finalmente continuamos con la doctora Andrea Marazzi , sobre la cual no tenemos palabras para describir la conjunción de Ser Humano y Profesional y de cómo llevó a cabo el tratamiento desde la estimulación ovárica hasta el parto, preocupándose y ocupándose de las personas que tenía frente a ella. Mención especial también para el doctor Mulki, que por nuestra ansiedad nos veía (y soportaba) todas las semanas y nos regocijaba con su descripción y precisión milimétrica (además sabe mucho).
¿El final de la historia? Matías y Magalí, dos bellezas que nacieron el 11 de enero de este año y todavía hoy, tres meses después, ¡no lo podemos creer! ¡No dejamos de mirarlos!
Por eso quiero agradecer a todo el equipo y llevar un mensaje de esperanza a todos aquellos que siguen luchando por cumplir un sueño tan anhelado.
¡Muchas Gracias, por trabajar tan seria y profesionalmente!
Claudio Odiz y Patricia Bekerman
Mayo 2002