Esta búsqueda se prolongó un tiempo ,en el que todos te dicen que es normal… ya va a llegar…
Pero no ocurrió. Así que comenzamos con los estudios pertinentes y comenzamos con los tratamientos de baja complejidad, previa operación para extraer un pólipo.
Y aun así, el bebé no llegaba.
Por un conocido llegamos a Halitus. Aquí realizamos los tratamientos de alta complejidad. El primero no resultó.
Este camino es largo y tiene muchos momentos tristes, es verdad… pandemia de por medio, llegamos al segundo intento.
El día de la transferencia mire el monitor donde se veía el pequeño embrión , le apreté fuerte la mano a mi pareja y le dije: «vamos que este se queda con nosotros »
Mateo nació hace unas semanas .
Estamos llenos de emoción y agradecimiento.
Muchas veces quizás tengamos ganas de bajar los brazos; pero nunca nunca es demasiado lo que hacemos para tener a nuestro hijo/a en brazos.
Cuando llega, todo tiene sentido .