A mediados de 2016 comenzó nuestra odisea para convertirnos en padres. Pensé que por mi edad sería algo muy fácil (27 años recién cumplidos) pero la creencia se fue diluyendo a medida que pasaban los meses sin novedades. No fue hasta septiembre de 2017 que llegó nuestro primer y ansiado positivo. Sin embargo, fue un embarazo muy doloroso y muy corto porque en la ecografía de la semana 7 nos enteramos que era un embarazo ectópico. Tristeza y llantos de por medio me dejaron internada ese mismo día y me operaron. Salió todo bien con la salvedad de que tuvieron que extraerme las dos trompas: en una estaba el embrión y en la otra había un hidrosalpinx. De ahí fuimos derecho a Fertilización in Vitro, no quedaba otra. Sin perder tiempo (en el fondo yo quería seguir embarazada, no podía ni quería aceptar la pérdida) a fines de ese año tuvimos nuestra primera consulta en Halitus. Nos mandaron a hacernos varios estudios y en febrero de 2018 conocimos a la médica maravillosa que nos acompañó en todo el proceso: Dra. Carolina Tomatis. Desde la primera consulta nos sentimos muy contentos con su atención y las sucesivas consultas no hicieron más que confirmar esa primera impresión. La calidez de su trato, el cariño con el que nos recibía en cada consulta, la empatía que emanaba y nos hacía sentir realmente acompañados. Asimismo su actitud positiva que nos daba esperanzas, su gran responsabilidad y detallismo en cada una de las instancias que fuimos atravesando; y no menos importante, su profesionalismo, que nos hacía sentir que estábamos en excelentes manos, fueron un pilar que nos mantuvo firmes y en pie a lo largo de los altibajos que implicó atravesar cada etapa del tratamiento. Finalmente, el 22 de noviembre de 2018 (no me voy a olvidar nunca la fecha) me hicieron una segunda transferencia de dos embriones (la primera había resultado negativa) de la cual uno de ellos se quedó con migo: nuestra amada Estefanía.
A un mes de festejar su primer cumpleaños, queremos agradecer al equipo de Halitus por habernos permitido cumplir nuestro deseo. Especialmente a la doctora Carolina Tomatis, a quien volveríamos a elegir en caso de volver. A todas las otras médicas que nos acompañaron, al excelente equipo de biólogos que con sus manos hicieron magia, a las enfermeras que siempre estuvieron disponibles, a la secretaria del segundo piso y a los chicos de presupuesto que nos ayudaron a resolver los trámites con la obra social.
Elegimos a Halitus y lo volveríamos a elegir porque demostró ser un centro serio y de alto nivel profesional, como así también por contar con un laboratorio de excelente calidad, indispensable a la hora de realizar estos tratamientos de alta complejidad.
A todas las personas que están en la búsqueda de un hijo les recomiendo que no pierdan tiempo porque el proceso es largo, como así también que se armen de paciencia y optimismo… porque el proceso es largo. Les mandamos un abrazo grande desde la empatía, y si se desea se puede, sólo hay que insistir.
Ines & Pedro
Nombre del autor: Inés Herrera