Después Teresita, mi doctora, también me lo indicó, pero yo ya había incursionado en el tema. Es decir, desde que comencé el tratamiento en el Instituto, paralelamente, tomé muy en serio este taller de relajación. Por esto es que yo puedo comparar mis reacciones, no con otros ICSIs, sino con otro métodos de baja complejidad. En relación a esto, puedo decirte que en los tratamientos anteriores, sólo se me indicaban dos ecos transvaginales por intento; comparado con la batería de estudios que me indicaron en Halitus (alguno inclusive doloroso), más las ecografías diarias, las inyecciones que te dejan la panza hecha un ‘colador’, más el tiempo que uno invierte en todo el proceso, sumado esto al alto costo del mismo, aquello parece una tontería de sobrellevar. Sin embargo, para mí fue mucho más angustiante todo lo que viví anteriormente.
El ICSI lo pasé mucho más tranquila, e inclusive la noticia del beta negativo la viví también mejor, y creo que un gran aporte de tranquilidad lo logré participando del taller. Es que en él tomé contacto profundo conmigo misma, con mi cuerpo, con mis emociones, deseos, miedos, etc. y aprendí a dejar tensiones de lado. Esto lo uso en mi vida cotidiana también, por ejemplo, en algunas ocasiones en que me cuesta dormir aplico parte de la relajación final que hacemos en la clase, o bien, situaciones de tensión ó discusiones que antes me las tomaba muy a pecho, hoy no me afectan de la misma manera.
Creo que la conexión que logramos con nosotras mismas y la desconexión con lo externo durante la clase influye en este cambio. Alguna vez me encontré haciendo inconcientemente algún tipo de respiración profunda como la que nos indicás, y en otras oportunidades lo experimenté para ver cómo me resultaba, por ejemplo, mientras hacía caminata aeróbica en una cinta de gimnasio. También incorporé algunas posturas más erguidas que me resultan favorables, etc. pero decididamente lo más notorio e importante es la valoración que hago de las cosas a partir de mi mejorado estado de ánimo.
Creo que es importante que el cuerpo médico conozca hasta que punto influye en el ánimo de quienes tomamos esta disciplina con seriedad, para que puedan retransmitrlo en el momento de la consulta, puesto que me he encontrado con pacientes con un estado de nerviosismo muy alto, temblores de manos, etc el día de la aspiración y al preguntales si concurrian al taller, me contestaron que no podían perder tiempo en esto, y esta respuesta me demuestra desconocimiento.
Muchas saludos para vos
Adriana Lucisoli