El deseo de Ica

 

1- Había una vez… una mamá que a su amada hija le leía un cuento con final feliz, comenzaba así …
2- Había una vez… una abuela muy buena y cariñosa que se llamaba ICA y vivía con su nieta NINA. Juntas eran muy felices compartiendo momentos de caricias, besos, abrazos, juegos, cuentos, versos, canciones, largas charlas, y muchas risas. También inolvidables noches de verano con los vecinos del barrio conversando mientras las veredas se veían hermosas con sillas, bicicletas, y niños jugando a ser grandes.
3- En las entretenidas charlas la abuela ICA le decía a NINA que su deseo era verla crecer, estudiar y trabajar mucho para tener un día la casita fuerte que le contaba en el cuento de los “Tres Chanchitos”, y una hija para compartir en su hogar momentos de caricias, besos, abrazos, juegos, cuentos, versos, canciones, largas charlas y muchas risas. NINA siempre escuchaba con atención a su abuela ICA, era la persona favorita de su infantil mundo feliz.
4- Pasaron los años y la abuela ICA se fue al cielo, a NINA le quedaron los hermosos recuerdos de una infancia feliz. Inolvidables fueron momentos compartidos entre abuela y nieta con caricias, besos, abrazos, juegos, cuentos, versos, canciones, aromas, sabores, largas charlas y muchas risas.
5- Años después NINA creció y se convirtió en una mujer independiente que había estudiado y trabajado mucho y, como quería su abuela ICA, ya tenía su casita. NINA tenía siempre presente entre los recuerdos felices, el deseo que su abuela ICA le compartía: ¡ojalá algún día tengas una hija!, muchas veces le decía.
6- Varios años después NINA sintió el fuerte deseo de ser mamá, y el camino recorrido visitando a muchos doctores de los que ayudan a construir familias, resultó largo y difícil, triste también. Un día su doctor le habló de la posibilidad de recibir la donación de células de otras personas que colaboran con lograr traer bebés al mundo y construir diferentes tipos de familias. Ese fue el camino que era necesario transitar, y gracias a las células donadas NINA cumplió su deseo, quedó embarazada.
7- Durante 9 meses con 9 lunas rodeadas de mucha emoción, alegría y miedos, TINA iba creciendo en la panza de NINA, y lo que era una semillita muy chiquita pasó a ser una beba con varios kilos de amor. En el último mes del embarazo la panza era muy muy grande, parecía una gran pelota, un globo gigante o un mundo. Finalmente sería eso, su mundo un lugar mucho mejor.
8- En un día del amor, un doctor sacó de la panza de NINA a una beba hermosa que se llamó TINA. NINA logró tener a su beba en brazos y eso fue maravilloso, tan pero tan maravilloso que el camino largo y triste recorrido ya no dolía, sólo importaba ser feliz con su hija TINA. NINA gracias al ejemplo de su abuela ICA, que viviendo juntas la hizo muy feliz en su infancia, se animó a ser mamá sola y construir una familia con su amada TINA, deseando desde lo más profundo de su corazón, compartir muchos momentos de caricias, besos, abrazos, juegos, cuentos, versos, canciones, largas charlas y muchas risas.
9- NINA le enseñó a TINA que familia es amor, que los niños pueden llegar a las familias que los desean mucho de diferentes maneras y pueden crecer con: mamá y papá, mamá y mamá, papá y papá, mamá, papá, abuela, abuelo, tía, tío, hermano, hermana, etc…y que también familia son los mejores amigos que cuando necesitamos siempre están acompañando, apoyando, escuchando y aconsejando.
10- TINA le enseñó a NINA día a día, etapa por etapa, como ser mamá de una niña muy pero muy mimosa y cariñosa, a la que le gustan los pies descalzos y el pelo suelto despeinado, antiprincesa, rebelde, inquieta, elocuente, simpática, sociable, curiosa, bailarina, traviesa, dulce, charlatana, testaruda, gritona, súper expresiva, mini atleta trepadora de objetos, y fanática de jugar con agua, piedras, arena y barro. TINA fue creciendo recibiendo mucho amor de familia, abuelos, tíos, vecinos, primos y amigos. Colorín Colorado cumplido “El Deseo de ICA” este cuento feliz se ha terminado…

El deseo es una fuerza poderosa que puede usarse para hacer que las cosas sucedan (Marcia Wieder)