Al mirar cada día a nuestros mellizos nos acordamos del Dr. Pasqualini y a la distancia le estamos siempre agradecidos - Halitus Instituto Médico - Líder en tratamientos de Fertilización asistida

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Al mirar cada día a nuestros mellizos nos acordamos del Dr. Pasqualini y a la distancia le estamos siempre agradecidos


En Nueve de Julio, provincia de Buenos Aires, comenzó nuestra historia.

Luego de algo más de tres años de casados, decidimos alterar buena parte de nuestros proyectos para adelantar el sueño más ansiado: el nacimiento de nuestro primer hijo, que originalmente estaba planeado para más tarde, para cuando tuviéramos todo “bien organizado”.
Pero como vimos que nos llevaría mucho tiempo “organizarnos del todo”, comenzamos antes la búsqueda. Lo que nunca imaginamos es lo difícil que nos resultaría lograr un embarazo.
A los seis meses de intentar sin suerte, realizamos la primer consulta profesional. Luego vinieron una serie de estudios, medicación y nada, ningún resultado.
Entonces viajamos a La Plata a entrevistarnos con otro médico, y por último a Junín, lugar en el que hicimos tratamientos ininterrumpidamente por tres años, durante los que debimos pasar por situaciones bastante dolorosas, tanto física como espiritualmente, sobre todo porque a pesar de lo exhaustivo del tratamiento, no lográbamos el embarazo.
Hasta que el Dr Héctor Covini de la clínica La Pequeña Familia nos dijo que a su entender sólo nos quedaba la posibilidad de una fertilización in vitro, ya que no respondíamos favorablemente a ningún tratamiento de baja complejidad.
Fue ahí donde, a través de recomendaciones de diferentes personas de Nueve de Julio que habían tenido éxito con el Dr Pasqualini, decidimos consultarlo. Nos contactamos con el centro Halitus y con el doctor y tras ver todos los estudios que nos habíamos hecho, él coincidió con la opinión de su colega y decidimos hacer una FIV.
Al mes siguiente de la entrevista empezó todo y un memorable 21 de septiembre de 1998 fueron transferidos 3 embriones resultantes de la fecundación.
Es inexplicable la sensación de saber en qué momento empezó el embarazo. Son muchos los temores y la incertidumbre. Y uno, que viene golpeado por el fracaso de más de tres años, no puede creer estar a punto de lograrlo.
Ya de vuelta en Nueve de Julio, hicimos el análisis y -parecía mentira- lo habíamos logrado. No lo podíamos creer, en el primer intento lo conseguimos, era una mezcla de enorme alegría y gran miedo. Al mes de la transferencia volvimos a Halitus y ahí nos dijeron que dos de los embriones habían prendido: iban a ser mellizos.
El embarazo no fue menos complicado que la búsqueda: hubo mucho reposo, mucho cuidado. Pero al fin, un bendito 11 de mayo de 1999 nacieron los bebés, que para mayor alegría fueron una nena y un varón (mejor imposible).
Son Julia y Nicolás, el mejor regalo que recibimos en la vida. Hoy ya tienen dos meses y ya somos toda una familia,todo gracias a la eficaz y casi mágica intervención de la ciencia.
Al Dr. Pasqualini le debemos la gracia de haber podido tener dos hijos, lo más importante en nuestra vidas, el anhelo que nos parecía no poder alcanzar. Al mirarlos cada día nos acordamos de él y a la distancia le estamos siempre agradecidos. Nosotros logramos tener a nuestros hijos y ellos lograron existir, ya que sin su sabia actuación no podrían estar en este mundo.
Por eso no nos cansaremos de recomendar este método y lógicamente a este Instituto. Y nuestro más sincero deseo es que todas las parejas que tengan problemas puedan llegar a realizar este tratamiento y que ojalá tengan nuestra misma suerte.

Nora I. Martínez e Ignacio Tabbita
Nueve de Julio, Pcia. de Buenos Aires
11 de mayo de 1999