El 28 de enero de 2002, nacía nuestra primer hija Brenda con una cardiopatía congénita que no fue detectada durante el embarazo que terminó en 14 días con su vida, nuestros sueños y alegrías.
En ese duro momento una amiga pensó que sería bueno para intentar comprender algo de lo sucedido, acudir a una cita con el Dr. Pasqualini. El nos atendió maravillosamente, nos contuvo y nos derivó con la doctora Raquel Sod, genetista. Con ella realizamos estudios para disipar la posibilidad y la angustia de ser los “culpables” de la enfermedad de Brenda. Tales estudios dieron resultados favorables para soñar otra vez con la concepción de un futuro nuevo hijo.
Así fue que la partida de Brendita había sido una gran desgracia que algún día quizá podamos entender.
La atención de la doctora Sod fue maravillosa tanto en el aspecto humano como en el profesional, conduciéndonos a lograr nuevos deseos y esperanzas. Pero sólo se había ido una parte de la angustia que nos llenaba.
También nos prestó una increíble ayuda la psicóloga de Halitus, la licenciada Claudia Azar; escuchándonos y guiándonos con sus consejos, y brindando mucho de su tiempo, aunque nuestra obra social no cubriera sus honorarios, insistió en atendernos, al igual que la doctora Sod.
Luego, apareció en nuestras vidas el doctor Marcelo Martínez, quién con extraordinaria amabilidad nos atendió y sugirió una espera prudencial luego de la cesárea, y que volviéramos a intentarlo.
Y así fue, a los 9 meses de aquel Enero, milagrosamente un nuevo embarazo iluminaba nuestras vidas.
A pesar de nuestros temores, el transcurso del mismo fue fantástico gracias a Dios y a este maravilloso equipo de profesionales que supo contenernos día a día.
La atención de las secretarias, recepcionistas y la gente del bar Antojo, no podía quedar afuera de este agradecimiento, ya que nos han dado parte de las fuerzas que necesitábamos.
Y así podemos decir que todos han pasado a formar parte de nuestra familia.
Hoy podemos volver a decir que somos felices, que respiramos aire de vida. El día 6 de junio de 2003 nació nuestra segunda hija Ivana. Ella nos roba todas las sonrisas, nos ha devuelto la esperanza y nos alienta a seguir proyectando.
Al mirarla, nos emocionamos por el solo hecho de que esté en casa con nosotros, y por saber que en ella vive parte de Brenda.
Les decimos a todos los papis que hallan transitado por cosas tan dolorosas o estén desesperanzados, que pongan fuerzas y que dejen actuar a este EQUIPO, que sin dudas sabrán proveerles felicidad y luz de vida
No nos cansaremos de agradecer y, Dios mediante, nos veremos con los próximos hermanitos de Brenda e Ivana.
Liliana y Marcelo Majauskas
Junio de 2003