La maternidad subrogada, gestación por sustitución o subrogación de vientre, como se le suele llamar indistintamente, es una alternativa para aquellas parejas o personas que de otra manera no puedan lograr un embarazo; y así concretar el sueño de formar una familia con hijos.
Se trata de una manifestación de voluntades donde una mujer (gestante) lleva adelante un embarazo para otra persona o pareja. Se aplica como terapia para toda persona que desee tener un hijo y que no tenga la posibilidad de llevar adelante el embarazo. Por ejemplo, un hombre, dos hombres, una mujer con ausencia o afección del útero, o contraindicación de embarazo por presentar alguna enfermedad o condición que pudiera afectar el curso del embarazo o ponerla en riesgo.
La gestación por sustitución no se puede realizar en todos los Países. En algunos no está regulado, en otros está prohibido y en los que está permitido tienen sus propias reglamentaciones. Deben evaluarse los pros y las contras de cada una de las posibilidades.
En Argentina sí se llevan adelante este tipo de tratamientos. Si bien no contamos con una ley específica sobre gestación por sustitución a nivel nacional, conforme el artículo19 de la Constitución Nacional, lo que no está prohibido está permitido y en ello se basaron decenas de fallos judiciales aprobando estos procedimientos, sumado a la voluntad procreacional, implementada en los consentimientos previos libres, informados y protocolizados, sobre estas prácticas.
A partir del año 2017, gracias a una disposición del Registro Civil de las Personas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) es posible inscribir a los recién nacidos en la ciudad directamente a nombre de los padres procreacionales, con solo presentar los consentimientos previos libres e informado previamente protocolizados y en apenas pocos días ya cuentan con la partida de nacimiento a nombre de los padres procreacionales enviada al email, con la cual sacan el DNI y el pasaporte. Hoy su texto actualizado está en la disposición 122/DGRC/20. No es necesario pasar por ningún juzgado. El trámite es meramente administrativo.
Este tratamiento puede ser llevado a cabo con gametas (óvulos y espermatozoides) propias o donadas.
Nuestro programa de subrogación uterina se inicia en el año 2011 y logra el primer fallo favorable de la justicia en nuestro país en el 2013, donde se consideró padres a la pareja que tuvo la voluntad procreacional de tener su hija y no a la mujer gestante. A este primer caso se sucedieron muchos más, lo que aumentó de forma exponencial las consultas.
Para llevar adelante el tratamiento es condición que la gestante no aporte sus óvulos para el procedimiento, lo que en Estados Unidos se conoce como gestación tradicional. Fuera de esta excepción, los gametos pueden ser genéticamente propios de la pareja, uno donado (óvulo o espermatozoide) o ambos donados. También es posible realizar el tratamiento con embriones donados previamente criopreservados
Nuestro programa está integrado en forma multidisciplinaria para acompañarlos de manera holística e integral, desde los aspectos médico, psicológico y legal, durante todo el proceso del tratamiento, el embarazo e, incluso, después del nacimiento, tanto a los padres, como a la gestante y al niño/a nacido.
Por la trayectoria de nuestro instituto desde su fundación en el año 1987. En estos 35 años nacieron más de 8.500 bebés producto de tratamientos con técnicas de fertilización asistida de alta complejidad.
Porque nuestra tasa global de embarazo, en estos tratamientos, está al nivel de los mejores centros del mundo.
Porque el enfoque integral y multidisciplinario es fundamental y nuestro programa lo ofrece.
Porque gracias a la globalización, a la telemedicina , la calidad de los resultados , el aspecto económico y la facilidad para viajar hace que nuestro programa sea también de interés para pacientes con residencia alejada, tanto sea del interior de nuestro País, así como del extranjero.
Porque si el nacimiento se produce en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el recién nacido es inscripto en el Registro Civil de nuestra ciudad automáticamente como hijo de quien/es tuvieron la voluntad procreacional, con sólo presentar el certificado de nacimiento y el consentimiento debidamente protocolizado.
Porque si bien nuestro Instituto no aporta la mujer gestante, en caso de no disponer de ella, se los asesora al respecto para estimular la búsqueda entre familiares, amigas, conocidas, y hasta por Internet.
Más de un centenar de personas a quienes hemos ayudado a concretar su sueño avalan nuestra trayectoria y nos convierten en el equipo con más experiencia de Argentina.
Por nuestra experiencia, los padres procreacionales la encuentran entre familiares, amigas, conocidas, o inclusive por internet, por las redes. Son los pacientes los que una vez que encuentran la mujer, que consideran adecuada, nos la acercan y nosotros evaluamos si reúne los requisitos para seguir adelante.
Los podemos orientar también sobre la posibilidad de conseguir una gestante por medio de distintas agencias extranjeras.
En caso de no residir en Argentina, también se puede acceder a nuestro programa de maternidad subrogada
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