Es un procedimiento simple que consiste en colocar, con la ayuda de un catéter, los espermatozoides móviles obtenidos de una muestra procesada de semen, dentro del útero de la mujer cerca del momento de la ovulación. Se espera que alguno logre llegar al óvulo que cada mes es liberado del folículo. No exige ningún tipo de anestesia o preparación especial. Luego de 14 días se llevará a cabo el análisis de embarazo.
Según indicación, puede precisarse de una estimulación ovárica con dosis leves o moderadas de hormonas para producir no más de 3 folículos. El seguimiento del desarrollo folicular y la decisión del momento para realizar la inseminación se efectúa por medio de una ecografía realizada por vía vaginal.
Cuando él o los folículos se han desarrollado hasta el tamaño preovulatorio se aplica una inyección de HCG que estimula la maduración y la ovulación final.
Por su parte, se pedirá una muestra de semen que será procesada para seleccionar y concentrar los mejores espermatozoides para lograr la fertilización.
La tasa de embarazo con cada inseminación oscila entre 12 y 15%. Eso implica que las chances de un fracaso son mayores a las de éxito, y además deja sin responder varios interrogantes. Es por eso que, en general, no se realizan más de dos o tres intentos antes de pasar a una siguiente etapa.
Cada mes la mujer desarrolla un solo óvulo que es liberado del folículo en el momento de la ovulación. Según la indicación de la inseminación se puede realizar la misma en un ciclo sin o con estimulación ovárica. Cuando se indica con estimulación la misma se realiza con dosis leves o moderadas de hormonas como para producir no más de 3 ó 4 folículos para reducir el riesgo de embarazo múltiple. El seguimiento del desarrollo folicular y la decisión del momento para realizar la inseminación se efectúa por medio de una ecografía realizada por vía vaginal.
Cuando el o los folículos se han desarrollado hasta el tamaño preovulatorio se aplica una inyección de esta droga que estimula la maduración y la ovulación final del o los óvulos para luego llevar a cabo la inseminación.
Como en las técnicas de Fertilización in Vitro, el hombre debe proveer una muestra de semen que será debidamente procesada para seleccionar y concentrar los espermatozoides con alta motilidad, es decir, los útiles para lograr la fertilización.
Con la ayuda de un catéter el médico procederá a depositar los espermatozoides seleccionados y tratados en la cavidad uterina pasando por el orificio natural del cuello uterino. Este procedimiento no exige ningún tipo de anestesia o preparación especial. Luego de 14 días se llevará a cabo el análisis de embarazo.
Durante el procedimiento los pacientes tendrán acceso a un número telefónico directo que los pondrá en contacto con los médicos las 24hs. También estarán en contacto con nuestro equipo de nurses que estarán a disposición por cualquier duda con respecto a las indicaciones.
¿Qué ocurre el día de la inseminación y después?
El día en que se llevará a cabo el procedimiento se preparará la muestra de semen que el hombre acercará al instituto dos horas antes de la realización de la inseminación. Luego del procedimiento no es necesario que la mujer guarde reposo y puede hacer vida completamente normal. Sin embargo, es necesario seguir un tratamiento con progesterona que puede ser administrada por vía oral o por vía vaginal. La progesterona mantiene la mucosa del endometrio con las características necesarias para favorecer la implantación del embrión y la producción de nutrientes.
En caso de que no se logre el embarazo la consulta post tratamiento es fundamental para determinar los pasos a seguir ya que antes de cada ciclo se evalúa nuevamente la posibilidad de hacer variaciones para lograr un resultado exitoso. Si no hay éxito con esta técnica incluso puede evaluarse la posibilidad de recurrir a otro tipo de procedimiento.
Son técnicas complementarias con indicaciones precisas en el diagnostico y tratamiento de la infertilidad.
El estudio VIOLET™, basado en inteligencia artificial, ofrece información personalizada sobre la calidad de los óvulos para optimizar las decisiones sobre su congelación.
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