La principal indicación de las ecografías del tercer trimestre es la valoración del crecimiento del bebé, de la cantidad de líquido amniótico y su estado hemodinámico. Es importante tener en cuenta que algunas malformaciones fetales se manifiestan tardíamente, como por ejemplo, algunas enfermedades renales, intestinales y del sistema nervioso, por eso es importante volver a evaluar en este momento de la gestación, la anatomía del bebé dentro de las posibilidades técnicas de cada caso. Por otra parte, en el segundo trimestre la ecografía transvaginal tiene utilidad a las 20 semanas para detectar acortamiento del cuello uterino o dilatación de la parte interna del mismo conocida como tunelización o funneling, que predispone al parto prematuro.