Preguntas Frecuentes sobre Fertilidad, Embarazo y más! - Halitus Instituto Médico - Líder en tratamientos de Fertilización asistida

Las mejores posiciones son aquellas en la que la penetración es máxima. Es decir, que, en el momento de la eyaculación, debe estar en contacto la punta del miembro masculino con el cuello del útero. Es un mito que es necesario quedarse acostada, porque luego del orgasmo masculino, se vuelven a adosar la pared anterior y posterior del cuello e impide la salida del líquido seminal.

Mantener relaciones sexuales frecuentes es bueno porque puede llegar a mejorar el funcionamiento del sistema reproductor. Sin embargo, en el caso del hombre, las relaciones sexuales todos los días van a ir disminuyendo la cantidad de espermatozoides del eyaculado en los días sucesivos. Por eso, se recomienda una abstinencia mínima de dos o tres días cuando se acerca el momento de la ovulación.

En un ciclo ovulatorio de 28 días, se produce 13 o 14 días antes de la menstruación. En cambio, en ciclos de 35 días con ovulación, se produce alrededor del día 20-21. El día que se produce y los previos – preovulatorios-, delimitan el período fértil.

Otra manera de predecir el momento es detectar en orina la hormona luteinizante (LH), por medio de kits que se venden en farmacias, dado que el pico de secreción de esta hormona comienza unas 38 a 40 horas antes de la ovulación. También existen aplicaciones móviles que de acuerdo a la longitud de los ciclos calcula el momento.

Los problemas de fertilidad afectan al 15 % de las parejas en edad reproductiva y este porcentaje se incrementa a mayor edad de la mujer.

El cuerpo y la mente están intrínsecamente ligados y la interacción entre ambos tiene influencia directa sobre la salud y la enfermedad, la vida y la muerte. La medicina mente-cuerpo atiende las necesidades emocionales, cognitivas, físicas, nutricionales, vinculares, espirituales y energéticas. Hoy la ciencia acepta la cercanía de esta medicina mente-cuerpo que necesita del vínculo médico-paciente, de la participación activa del paciente y de una medicina que pueda atender todas sus necesidades y no sólo las físicas. Cada vez más, las herramientas propias de una persona pueden hacer la diferencia y sanar su vida, su cuerpo y su alma.
Lo primero que hay que comprender es que existen mecanismos bioquímicos que regulan procesos fisiológicos que se asocian al avance de una enfermedad o de una incapacidad y que están originados en estados emocionales y actitudes psicológicas. Hay emociones que ponen en movimiento sustancias químicas que desencadenan en el cuerpo determinadas reacciones. Cada persona posee recursos propios para movilizar el curso de su propia biología. Y existen técnicas para poner en movimiento esos recursos y mejorar la calidad de vida de las personas.
Las emociones y las creencias pueden controlar el desarrollo de la vida al incidir sobre el comportamiento y la actividad genética. La base está en la Psicoinmunoendocrinología, que se refiere al estudio de las interacciones entre los procesos de adaptación de conducta, neuronales, endocrinos e inmunológicos y cuya base fundamental es que el equilibrio. Requiere de la interacción entre el sistema nervioso, el sistema endocrino y el sistema inmune.
Pero debe partirse de la base de comprender que la mente se encuentra en todo el cuerpo, cada actitud, cada emoción, cada información que el cerebro genera provoca una respuesta corporal que deja huella.
Cada vez que pensamos, sentimos, imaginamos o actuamos generamos un mecanismo químico que puede sumar o  estar. Un estado emocional también es un estado psicológico, no se puede separar del cuerpo. Cuando vos sentís algo es justamente un mecanismo químico, una sustancia que va a impactar en una célula. En el momento que impacta se produce la sensación. Por lo tanto, tenemos un maestro maravilloso que es nuestro cuerpo para nosotros: una sensación de malestar está indicando que hay un mecanismo químico que no es bueno, que vulnera nuestra integridad y entonces, el primer sistema comprometido es el inmunológico.
En Halitus el logro del embarazo se encara no sólo desde la perspectiva de salud reproductiva tradicional sino desde una estrategia multidisciplinaria, con el objetivo de mejorar los resultados de los tratamientos y aportar un bienestar
general y una mejor calidad de vida. Para ello, una visión integral de la pareja y la patología es fundamental. Las medicinas alternativas son el perfecto complemento a la medicina tradicional: se basan en el concepto de que todos
los aspectos de la vida del paciente – emocional, física y espiritual – impactan de una manera u otra sobre su fertilidad.
Es una herramienta poderosa que permite optimizar cualquier tratamiento médico.
Las personas se van a ejercitar en activar sus propios recursos, para modificar su química interna generando las drogas endógenas necesarias para que el tratamiento que realizan tenga mayores probabilidades de éxito.
Cada persona tiene su propio “laboratorio”, y puede aprender a estimular sus propias drogas según sus necesidades y deseos: estimulantes, ansiolíticos, antidepresivos, analgésicos, etc. Cada uno puede influir sabiamente sobre todo
sus sistemas de regulación mente-cuerpo. Esa sabiduría tiene que ver con el conocimiento de uno mismo. Esto se logra mediante actividades específicas que disminuyen los niveles de stress y permiten conectarse con esa sabiduría.
La mente y el cuerpo en la infertilidad tiene tres pilares fundamentales:
Medicina mente cuerpo, que estudia la interconexión e interacción de la mente y el cuerpo y su influencia sobre la salud reproductiva, Medicina tradicional china, que busca el reequilibrio y reeducación de todo el organismo
y, finalmente, la consulta psicológica, que atiende la angustia y la ansiedad asociado al tránsito por tratamientos de reproducción asistida y la incertidumbre de los resultados. Esto independientemente del tiempo y del diagnóstico por el que no se logra el embarazo. El Programa asiste los diversos niveles de estrés y predispone al paciente en forma positiva con un doble objetivo: por un lado, prepararlo física, emocional y espiritualmente a enfrentar el tratamiento de reproducción asistida y, por otro, mejorar sus resultados.

A partir del primer trimestre es posible detectar algunas malformaciones fetales y evaluarlas en el llamado “screening del primer trimestre”, también conocido como translucencia nucal o TN Plus.
La translucencia nucal consiste en medir el espacio anatómico que el bebé tiene en la nuca, un edema con líquido en su interior, que desaparece generalmente pasadas las 14 semanas y que está aumentado de tamaño cuando el bebé sufre alteraciones cromosómicas. Por eso debe realizarse entre las 11 y 13.6 semanas. Este estudio es utilizado no sólo para detectar Síndrome de Down (trisomía 21) sino también otras alteraciones cromosómicas como las trisomías 13 y 18 y problemas estructurales, sobre todo, cardíacos.
El estudio consiste en una ecografía que en general es transabdominal, aunque en algunos casos la posición del feto nos obliga a realizar también una ecografía transvaginal. La ecografía se asocia a un análisis de sangre que toma el dosaje de dos hormonas que complementan el estudio. Durante la ecografía se mide el espesor de la translucencia nucal, se evalúa la presencia del hueso nasal y se estudian dos marcadores Doppler: el ductus venoso y el flujo a través de la válvula tricúspide del corazón del bebé.

Lo novedoso en esta área es que la ecografía de las semanas 11 a 14 puede utilizarse también para identificar a las mujeres con riesgo alto de desarrollar preeclampsia – hipertensión gestacional- durante el embarazo.
Es esencial que quien realiza este examen tenga un buen conocimiento de los criterios diagnósticos y del manejo de las patologías diagnosticadas en esta ecografía. Es fundamental además que esté entrenado adecuadamente para
realizarla con un nivel elevado, sus resultados sean sometidos a controles de calidad continuos basados en la distribución de sus medidas e imágenes.
Es importante que el médico que realice el estudio esté acreditado por alguna sociedad internacional como la Fetal Medicine Foundation o similar. Los ecografistas que realizan el estudio en Halitus están acreditados.

Las ecografías en el embarazo permiten realizar un seguimiento y detectar distintas anomalías del primer al tercer trimestre.

Muchas son las situaciones que pueden requerir una consulta sexológica.

  • Cuando existen dudas sobre la propia actividad sexual y uno se siente diferente a lo que cree que le sucede a otras personas.
  • Cuando uno, la pareja o ambos no se sienten satisfechos uno del otro.
  • Cuando uno solía tener un desempeño determinado y ya no lo tiene.
  • Cuando a pesar del tiempo transcurrido y la terapia psicológica, el problema no se soluciona.
  • Cuando se quiere tener una información teórica sólida para dar respuestas a los propios hijos, entre muchas otras situaciones.
  • Cuando se presenta una disfunción sexual.

La infertilidad es un problema biológico, psicológico, social y cultural que afecta aproximadamente a un 15% de la población y que, si bien la ciencia ha dado distintas opciones para lograr que muchas personas cumplan el sueño de tener un hijo, cada vez hay más información que avala la importancia del estado psicológico, emocional y espiritual de quien debe afrontar un tratamiento de reproducción asistida.
Los integrantes de la pareja que se descubre infértil se sienten en principio muy disminuidos y que no cumplen con las expectativas que los otros tienen de ellos. La infertilidad cuestiona la identidad individual de la pareja, ambos se
sienten inmaduros e incompletos, incapaces de abandonar el status de hijo para suplirlo por el de padre o madre. La situación de infertilidad cuestiona también la identidad sexual dado que muchas veces se asocia maternidad con
femineidad y masculinidad con potencia reproductiva. Por último, también se cuestiona la identidad social porque la pareja infértil sale de la norma de lo socialmente esperado, que tengan hijos.

Al nacer, una mujer tiene entre 1 a 3 millones de óvulos en un estadio inicial de desarrollo, en la pubertad se calcula que quedan 300 a 400 mil, es decir, hay de 7 mil a 8 mil disponibles por mes hasta llegar a la menopausia. Cada mes,
uno de los folículos madura y ese óvulo sale de la trompa y espera la fertilización. Cuando los folículos no maduran, se acumulan en el ovario formando quistes y puede hablarse de ovarios poliquísticos.
Cada óvulo está dentro de un folículo y esos folículos pequeños se ubican en la corteza y se ven como una corona en el ovario. Cuando se observa un agrandamiento de los ovarios por gran cantidad de folículos, se sospecha estar en presencia de ovarios poliquísticos (poliquistosis). La causa de la poliquistosis ovárica o incluso, del cuadro florido, el Síndrome de ovarios poliquísticos, es aún desconocida, pero se cree que se produce debido a desniveles de hormona LH y altos índices de hormonas masculinas que interfieren con la función normal de los ovarios.

El embarazo dura 40 semanas desde la fecha de última menstruación (FUM), 38 semanas desde la concepción dado que generalmente la ovulación se produce el día 14 del ciclo.
Existen diferentes métodos para el cálculo de la fecha probable de parto. Uno podría ser sumarle 280 días a la FUM. Otro, conocido como la Regla de Naegele y recomendado por la OMS, es sumarle 7 días a la FUM y restarle 3 a los meses. EJ: FUM 22/04/2018 FPP: 29/01/2019.

Los estudios ginecológicos tienenun rol fundamental en la salud de las mujeres. Deben realizarse por lo menos una vez al añopara detectar y prevenir enfermedades ginecológicas.

Los términos infertilidad y esterilidad suelen utilizarse como si fueran sinónimos, pero no significan lo mismo. La esterilidad se define cuando luego de un año de búsqueda no se consigue el embarazo. Mientras que la infertilidad es cuando se logra, pero no llega a término.

La activación ovocitaria es el conjunto de procesos que tienen lugar en el ovocito durante su fecundación y que concluyen con la aparición de dos pronúcleos: uno de origen materno y otro de origen paterno. Es lo que se denomina correcta fecundación del ovocito. En el 2-3% de los ciclos de fecundación in vitro, hay una falla en la activación ovocitaria.

Existen distintas técnicas para solventar este problema: estímulos físicos y químicos. Dentro de estos últimos, contamos con inductores de oscilaciones prolongadas de Ca (Cloruro de Estroncio) ó estimulantes del flujo de Ca extracelular y secundariamente intracelular (Ionóforo de Calcio).

El embrión en estadio de Blastocisto (5 a 7 día de desarrollo) necesita desprenderse de la zona pelúcida, que es la estructura que lo recubre, para poder implantar en el endometrio y continuar su desarrollo. Naturalmente lo hace por medio del hatching o eclosión, que es cuando el embrión rompe la zona pelúcida y hace su extrusión. El assisted hatching o eclosión asistida es asistir a ese hatching o eclosión por medio de un adelgazamiento parcial o por medio de un pequeño orificio en la zona pelúcida.

Se puede realizar en forma mecánica, por medio químico utilizando ácido Tyrode, o con Laser, siendo esta última la forma en que lo realizamos nosotros. El hatching o la eclosión natural se cree que puede verse dificultada por causas del embrión o de la zona pelúcida. En ambos casos el assisted hatching o eclosión puede favorecer la posterior implantación.

Se indica en aquellos casos en los que se puede presumir esta alteración a nivel de la zona pelúcida, como ser en embriones que fueron criopresrvados previamente, cuando se la ve engrosada, en casos de fallas de implantación previos, en mujeres de más de 38 años, y también cuando se sospeche que podría haber una debilidad en el embrión para extruir. La realidad es que el assisted hatching o eclosión asistida favorece la extrusión, sabiendo que no perjudica, siendo este el motivo por el que hay quienes plantean hacerlo de rutina.

 

Es una estrategia terapéutica que aumenta las posibilidades de lograr un embarazo en los casos en los que el test de TUNEL arroja un resultado anormal (≥ 20% de espermatozoides alterados).

Muchos de los espermatozoides cuyo ADN está dañado presentan una alteración distintiva en su membrana. Característica de aquellos espermatozoides destinados a sufrir el proceso de apoptosis (muerte programada de la célula). Es también esa alteración en la membrana la que permitirá su exclusión mediante la «Separación Magnética con Columnas de Anexina V».

La muestra espermática se expone a un campo magnético y a través de un proceso se adhieren los espermatozoides de mala calidad dejando en libertad a los sanos que serán separados y utilizados para un proceso de fertilización in vitro/ICSI.

Es una técnica que detecta aquellos espermatozoides que tengan el ADN fragmentado.

¿Cómo? Se incuban los espermatozoides con una enzima y con nucleótidos marcados. Los nucleótidos son las moléculas principales que componen el ADN y la presencia de una «marca» nos permite detectarlos en el microscopio. De esta manera cada vez que la enzima encuentre una rotura en el ADN del espermatozoide, colocará en su lugar un nucleótido marcado que se verá coloreado o fluorescente. Los que no presenten coloración serán aquellos con el ADN intacto.

Por definición se debería esperar un año posterior a relaciones sexuales frecuentes sin método anticonceptivo sin lograr el embarazo, pero cada pareja es un caso único y quizás hay motivos que ameriten una consulta anticipada,
que ahorre tiempo de estudios y tratamientos.