El momento adecuado surge del consenso entre los pacientes y los médicos. Hay ocasiones en que es importante no perder tiempo, sin embargo, en otras, sobre todo cuando la búsqueda es larga, es mejor frenar. Tomarse un tiempo para encontrar de nuevo el equilibrio es ideal para encarar nuevos tratamientos. Estas pausas sirven para reducir el estrés y la ansiedad, teniendo en cuenta que todos los aspectos de la vida del paciente -emocional, física y espiritual- impactan de una manera u otra sobre su fertilidad.