Distintos son los riesgos para la fertilidad masculina. Algunos se relacionan con hábitos modificables. La calidad de los espermatozoides juega un papel clave en el proceso de concepción, por lo tanto, la mejora en la calidad seminal es muy importante para conseguir el embarazo.
Algunos medicamentos:
Existen numerosos medicamentos que actúan como tóxicos sobre el testículo y pueden alterar la calidad seminal (alopurinol, antihipertensivos, quimioterápicos, ketokonazol, nitrofurantoina, espironolactona, tetraciciclinas, gentamicina, entre otros)
El alcohol:
Consumir grandes cantidades de alcohol desarrolla alteraciones en la morfología espermática (espermatozoides anormales) y bajo recuento espermático. También incide en el deseo sexual y en la falta de rigidez peneana derivando en una reducción de los encuentros íntimos y, por consiguiente, de la fertilidad.
El tabaco:
Fumar está relacionado con un descenso en la movilidad espermática y produce una fragmentación en el ADN del espermatozoide lesionando su carga genética y disminuyendo así la posibilidad de embarazos.
Las drogas:
El uso de “drogas recreativas” está asociado a disminución del deseo sexual, disfunciones eréctiles e infertilidad. Ciertas drogas provocan una anormal producción de hormonas responsables de la espermatogénesis (formación de espermatozoides) y de la secreción de testosterona
Anomalías genéticas:
Si bien las causas genéticas afectan a un 5% aproximado de los casos, la infertilidad masculina puede ser debida a alguna alteración en sus cromosomas. La forma más común de trastorno cromosómico asociado a infertilidad es el síndrome de Klinefelter -fórmula cromosómica 47 XXY-. La mayoría de los pacientes con este síndrome presentan una pobre virilización y alteraciones severas en su calidad espermática. La detección de las causas genéticas permite a las parejas ser informadas sobre la posibilidad de transmitir las anomalías a la descendencia.
Trastornos hormonales:
La alteración de los niveles de ciertas hormonas en sangre se traduce en una mala calidad seminal.
Alteraciones en la eyaculación:
Ciertos medicamentos, pacientes con diabetes descompensada, presencia de lesiones neurológicas postraumáticas de la columna vertebral u operaciones prostáticas pueden producir eyaculación retrógrada, es decir, que el líquido eyaculado en vez de salir al exterior por la uretra se redirecciona hacia la vejiga.
Causas testiculares malignas:
Ocasionalmente la infertilidad masculina puede ser una manifestación de enfermedad testicular maligna (neoplasias testiculares).
Factor psicológico:
La eyaculación precoz se define como la incapacidad para conseguir el control voluntario de la eyaculación luego de alcanzar un alto nivel de excitación sexual. Dicha condición impide una inseminación vaginal adecuada. Las condiciones psicológicas tienen una alta prevalencia en este tipo de disfunción.
Causas idiopáticas:
Varones que, a pesar de que su examen físico y las pruebas de evaluación de su calidad seminal resultan normales, no pueden lograr un embarazo.
Causas ambientales:
Investigaciones recientes apuntan cada vez más a causas relacionadas con factores ambientales. El alcohol, la nicotina, pesticidas y solventes utilizados en ciertos ámbitos laborales actúan negativamente sobre la producción de espermatozoides.
Varicocele:
Puede ser causa de infertilidad masculina debido al deterioro que produce en la calidad seminal. La dilatación anómala de las venas que acompañan al testículo modifica la temperatura a nivel testicular produciendo una alteración en la calidad seminal. En general afecta al testículo izquierdo, aunque también puede comprometer al derecho o a ambos. Alrededor del 45% de los varones que tienen dificultad para lograr un embarazo y alteración de la calidad seminal, presentan varicocele.