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Preguntas Frecuentes

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¿Cómo pueden influir las hormonas en la fertilidad?

Las hormonas forman parte fundamental del mecanismo que se pone en funcionamiento a la hora de concebir. Por lo tanto, un mínimo desarreglo puede ser la barrera a superar en el camino para lograr el embarazo. Ya sea por exceso o carencia, los niveles hormonales tanto de hombres como de mujeres pueden estar demorando la llegada del hijo deseado.

¿Cuáles son las hormonas que deben observarse en fertilidad?

GONADOTROPINA CORIÓNICA HUMANA (HCG)

También llamada la hormona del embarazo porque el organismo la produce únicamente durante la gestación, unos días después de la concepción. Sus niveles máximos se manifiestan entre la semana 8 a 10 del embarazo y pueden detectarse en sangre (subunidad beta) o en orina (como la mayor parte de los test de embarazo). Su responsabilidad es mantener la función del cuerpo lúteo, encargado de la síntesis de progesterona, hasta tanto la placenta tenga la capacidad de secretar suficientes esteroides para mantener la gestación.

PROLACTINA

Esta hormona, secretada por la hipófisis posee más de 300 funciones y, por encima de los valores normales incide sobre la ovulación, la menstruación y hasta puede provocar secreción por el pezón.

Es una hormona de estrés, por eso, para realizar una determinación sanguínea adecuada deben cumplirse algunas condiciones -no mantener relaciones sexuales ni actividad física intensa 48 horas antes de la extracción de sangre, entre otras-, que algunos medicamentos pueden alterar sus valores y que hay formas moleculares, que no tienen consecuencias clínicas ni requieren de tratamiento.

La causa de los elevados valores de prolactina y los síntomas que esto provoca son indispensables a la hora de definir un tratamiento. Cuando es necesario establecer un tratamiento, existen distintas drogas pero, en aquellos casos en que no se busca embarazo, puede ser una opción recurrir a anticonceptivos orales. Cada caso es particular y si los valores por encima del normal se reiteran es importante descartar la posibilidad de tumores hipofisarios.

INSULINA

En las mujeres: el llamado hiperinsulinismo, es decir, cuando esta hormona presenta niveles elevados, puede además incrementar los valores de otras hormonas androgénicas, como la testosterona, generando una posible anovulación, e hirsutismo, que es el incremento de vello. Esto responde a una influencia directa de la insulina sobre el ovario y por el aumento de la LH. Pero incluso una insulina elevada puede llevar a una disminución de proteínas transportadas por los andrógenos derivando en más cantidad de andrógenos disponibles. En caso de embarazo, las mujeres que padecen de insulinoresistencia, poseen un riesgo mayor de desarrollar diabetes gestacional y diabetes tipo 2 en el futuro.

Los niveles de insulina deberían ser menores a 12 mU/ml y menores a 60 mU/mL a las 2 horas de la administración de glucosa al realizar un Test de tolerancia oral a la glucosa. El índice HOMA es una ecuación matemática, práctica y sencilla para determinar la presencia de insulinorresistencia, un mayor valor a 3 es patológico.

Si bien la resistencia a la insulina puede ser normal en el embarazo, cuando existe una alteración previa a la gestación, puede ser difícil de manejar para la mujer y derivar en una diabetes gestacional. El tratamiento principal para la insulinoresistencia es el plan alimentario y la actividad física que llevan al descenso de peso. En mujeres que presentan Síndrome de ovario poliquístico puede recomendarse el uso de metformina que disminuiría el riesgo de abortos y de diabetes gestacional.

En los hombres: la diabetes podría reducir el volumen del eyaculado y, además, podría presentar daño en el ADN de los espermatozoides generando mayor tasa de abortos y problemas de fertilidad. Así, el exceso de azúcar en el cuerpo masculino, tendría incidencia sobre la calidad espermática.

TSH

Esta hormona producida por la hipófisis estimula la generación de hormonas tiroideas es importante.

En las mujeres: durante la gestación, la adecuada producción de hormonas tiroideas es relevante, en especial en el primer trimestre porque el desarrollo embrionario depende de ellas. Las alteraciones- por demás o por menos-pueden incidir en el progreso del embarazo, obstaculizar la ovulación y, por lo tanto, la fertilidad. La baja producción de hormonas tiroides, hipotiroidismo, está asociado a mayor riesgo de complicaciones en el embarazo, como aborto, hipertensión, parto pretérmino, entre otros. Para normalizar la función tiroidea se realiza tratamiento con levotiroxina

Para aquellas mujeres que buscan un embarazo, se requiere una TSH menor a 2,5mUI/ml. Por otro lado, el 50% de las mujeres embarazadas con hipotiroidismo necesitan un incremento de la dosis de levotiroxina y controles estrictos durante la gestación, para mantener una TSH adecuada según el trimestre.

Casi el 14% de las mujeres que consultan por infertilidad presenta hipotiroidismo subclínico (formas leves) y de éstas más del 40% logran un embarazo cuando se corrige su problema tiroideo. Por lo que es fundamental realizar evaluación de la función tiroidea en todas las mujeres con problemas de fertilidad.

En los hombres: el hipotiroidismo puede generar trastornos de la eyaculación, disminución en la cantidad del esperma y también en el tiempo de vida que poseen los espermatozoides. Esta condición es tratable y puede ser corregida. El hipertiroidismo, según varios estudios, produce disminución de la líbido, ginecomastia y disfunción eréctil.

FSH

En las mujeres: los niveles de FSH indican el estado y funcionalidad de los ovarios. En la primera mitad del ciclo menstrual estimula la producción de estradiol y favorece el desarrollo folicular. En los casos en los que los ovarios no funcionan correctamente, el hipotálamo, para compensar esta carencia, aumenta la producción hipofisaria de FSH. Con el paso del tiempo, se produce una disminución de la reserva ovárica que se evidencia con el aumento de la FSH. Esto también puede ocurrir por otros factores tanto ambientales como genéticos. Una FSH alta prematuramente -el límite es 12- puede referir a una falla ovárica temprana. Estas mujeres suelen presentar una disminución de la fertilidad, con mayor dificultad para lograr un embarazo y suelen no ser “buenas respondedoras” a la estimulación ovárica. A su vez, los valores bajos de FSH refieren una alteración a nivel del hipotálamo o de la hipófisis, y los ovarios no reciben estimulación suficiente para producir estrógenos y progesterona.

En los hombres: los niveles de hormona FSH pueden ser utilizados para determinar la razón por la cual presenta un bajo conteo espermático. Los niveles de FSH son inversamente proporcionales a la población espermática. Una LH baja- así como una FSH baja- llevarían a una producción espermática cuantitativamente por debajo de los niveles normales.

LH

En las mujeres: así como la FSH, la LH también refiere estado y funcionalidad ovárica. Un nivel elevado puede indicar un desorden ovulatorio, y una relación entre LH y FSH alterada pueden sugerir el diagnóstico de un Síndrome de ovarios poliquísticos.

En los hombres: la testosterona, hormona que interfiere con la espermatogénesis, requiere de niveles de hormona luteneizante que estimule su producción, es por ello que bajos niveles de hormona LH pueden interferir en la generación de espermatozoides. Una LH baja- así como una FSH baja- llevarían a una producción espermática cuantitativamente por debajo de los niveles normales.

ANTIMULLERIANA

Su nivel se relaciona con la cantidad de folículos de una mujer por lo cual es un fiel indicador de la reserva ovárica y funciona como factor pronóstico de la respuesta ovárica en pacientes que realizan tratamientos de reproducción asistida. El envejecimiento ovárico se ve reflejado en un descenso de la cantidad de folículos y bajo nivel de esta hormona, lo que permite identificar a mujeres con fertilidad disminuida, aún aquellas que posean menstruaciones normales y regulares.

TESTOSTERONA

En las mujeres, un nivel elevado de testosterona y/o de otros andrógenos puede provocar hirsutismo- aumento de vello-, acné, seborrea e incluso falta de ovulación e infertilidad. Es fundamental conocer la causa de este aumento en los valores de testosterona para determinar así el tratamiento más adecuado. En gran parte de los casos, se trata de Síndrome de ovario poliquístico pero para lograr un diagnóstico certero es necesario descartar hiperprolactinemia u otras razones. Aquellas mujeres que buscan embarazo pueden requerir estimulación de la ovulación.

¿Cuáles son los síntomas que pueden evidenciar alteraciones hormonales?

  • Cansancio (astenia)
  • Constipación
  • Uñas quebradizas, piel seca y descamada, caída de cabello
  • Secreción por el pezón (galactorrea)
  • Alteraciones en el ciclo menstrual.

Y si existen antecedentes familiares de problemas de tiroides u otras enfermedades autoinmunes asociadas. Pero hay que tener en cuenta que, aunque no existan síntomas evidentes de enfermedad, la evaluación hormonal debería realizarse en todos los casos en que se presenten dificultades a la hora de lograr un embarazo, o ante abortos y embarazos pretérmino.