¿Cómo influye la alimentación en la fertilidad? - Halitus Instituto Médico - Líder en tratamientos de Fertilización asistida

Preguntas Frecuentes

Inicio - - Nutrición

¿Cómo influye la alimentación en la fertilidad?

Una buena alimentación ejerce una influencia importante sobre la fertilidad. Comidas habituales de mala calidad nutricional pueden reducir las reservas de sustancias nutritivas necesarias para que los sistemas reproductivos puedan trabajar de manera correcta.

¿Qué alimentos favorecen la fertilidad?

  • Betacarotenos: proveen vitamina A y se encuentran principalmente en zanahoria, espinacas, calabaza, albahaca, y tomate.
  • Vitamina C: presente en pimientos, tomate, y cítricos (naranja, limón, mandarina, pomelo).
  • Licopeno: presente en el tomate.
  • Vitamina E: protege los ácidos grasos de las membranas celulares evitando su oxidación. Varios estudios demostraron en animales de laboratorio la asociación entre la falta de esta vitamina y esterilidad. Está presente en aceites vegetales, nueces, semillas y en vegetales de hoja verde.
  • Cobre: lo encontramos principalmente en los frutos secos y las legumbres.
  • Zinc: Tiene propiedades antioxidantes pero, además, interviene en la maduración de los órganos reproductores provocando un aumento de la testosterona. Puede encontrarse en algunos vegetales como el apio, los espárragos, las berenjenas, el germen de trigo, la avena y las semillas de calabaza.
  • Selenio: Este elemento es el parte del principal antioxidante del organismo y forma parte del esperma, por lo que tiene un rol muy importante en la fertilidad masculina. Está presente en cereales integrales, el ajo, la cebolla y las carnes magras.
  • Ácidos: los ácidos grasos omega 3, los ácidos grasos esenciales (AGE), ácidos linoleico y alfa linolénico, así como sus derivados de cadena más larga, en especial los ácidos grasos araquidónico, eicosapentaenoico (EPA) y docosahexaenoico (DHA), forman parte de las membranas de todos los tejidos y son precursores de prostaglandinas, tromboxanos, leucotrienos y otros eicosanoides de gran importancia fisiológica. Pueden encontrarse en el aceite de linaza, la semilla de chia, la caballa, el salmón, el atún, el arenque, el aceite de hígado de bacalao, las nueces, las semillas de lino, los aceites vegetales y las verduras de hojas verdes entre otros.