El pene puede curvarse por una malformación congénita o por enfermedades que afectan a la túnica albugínea que recubre los cuerpos cavernosos; como la enfermedad de la Peyronie, o por traumatismos del pene.
De origen desconocido se caracteriza porque una parte de la túnica albugínea se convierte en un tejido rígido que no permite distenderse de forma adecuada el cuerpo cavernoso y da lugar a una curvatura anómala del pene. Puede presentarse dolor en el momento de la erección debido al proceso inflamatorio, puede aparecer una zona más dura (fibrosis) en forma de una o más placas a cualquier nivel del pene. La fibrosis puede llegar incluso a calcificarse con el tiempo, dando lugar al acortamiento del pene.
Debido a una malformación de los cuerpos cavernosos, la curvatura se apreciará en momentos donde se consigue las erecciones.
Se da como consecuencia de un golpe fuerte en el pene, generalmente en el curso de la actividad sexual, puede lesionarse la túnica albugínea que rodea a los cuerpos cavernosos, produciéndose un tejido duro (fibrosis) que actúa de la misma manera como se describe en la enfermedad de la Peyronie.