El 21 de febrero vuelve a sonar el timbre, se izará otra vez la bandera y el pizarrón se llenará de letras. Empiezan las clases en varios puntos del país, entre ellos en la Ciudad de Buenos Aires. Con protocolos de prevención, pero con presencialidad máxima los chicos arrancan un nuevo año escolar.

Estas semanas en que cambian los horarios, se modifican costumbres, se compran útiles y los chats de padres se reactivan pueden ser agitadas en las familias. Distintos especialistas aconsejan como transitar estos tiempos para construir una nueva rutina sin desesperar.

Sabrina Corvini, Licenciada en Psicología (UBA) con Posgrado en Clínica de adultos (Institución Fernando Ulloa), quien además se especializa en niños y adolescentes, detalla algunas de las emociones que afloran: «Puede haber en los chicos enojos, llantos, temores. Mucha ansiedad se observa: una situación de no poder parar, no tolerar perder. Cuando no está la escuela no hay rutina, están conectados en las redes o con los videojuego. Lo importante es que empiece a haber rutina. Que pueda haber actividades obligatorias y también pausas recreativas: actividades diversas». Señala que volvió a haber mucha afluencia de personas de todas las edades al consultorio.

Las fórmulas que propone para los padres tienen que ver con la comunicación y la organización. «Desde los adultos es importante brindar seguridad y organización. Los mayores tienen que organizar aunque también están pasando temores y angustias. Uno trabaja hipercomunicado pero no bien comunicado, hiperexigido pero con menos recursos. Eso se suma a los chicos porque no son ajenos a lo que sucede en la casa», explica. En ese sentido destaca la importancia de hablar los conflictos de manera tranquila. «Parar, pausar, anticipar las cosas que van a suceder con los chicos. Armar una rutina que no sea rígida, que tenga cierta flexibilidad», agrega.

El vértigo de los grupos de whatsapp

Ya son famosas las cadenas interminables del chat de papis y mamis. Según los especialistas, siempre es importante tener en cuenta que respondemos mejor cuando nos sentimos mejor. Si es necesario, se aconseja tomar una pausa y respirar antes de responder.

Pablo Lanzafame, psicólogo del Departamento de Crianza y Orientación a padres de Halitus Instituto Médico, describe el pulso de estos días: «Los padres podemos experimentar emociones de ansiedad en el reinicio del ciclo escolar. A veces estas emociones la podemos ver reflejada en los grupos de whatsapp de padres y madres, una buena práctica es poder reconocernos en esta emoción, aceptarla, e intentar responder para con nuestros hijos y el medio en general desde un lugar más reflexivo y no desde la respuesta automática que promueve la ansiedad«.

Coincide con Corvini en la importancia de las rutinas para anticipar lo que sucederá. «Ordenar y acompañar permite bajar ansiedades. Que las niñas y los niños puedan anticipar el mundo. Un infante descubre el mundo permanentemente y al principio todos esos estímulos se le presentaran como caóticos pero, de a poco, puede ir construyendo categorías cognoscitivas que posibiliten ir anticipando lo que viene», puntualiza.

Explica que en los niños de edad escolar, la construcción de rutinas y hábitos adquiere una importancia mayor: «les permite sentirse más seguros y tranquilos en su vida cotidiana, ya que fortalecen su autoconfianza. Poder lograr anticipación genera que a nivel emocional se sientan más equilibrados y seguros, permitiendo que cualquier estimulo externo pueda entrar en una categoría cognoscitiva conocida y no alterar su regulación emocional».

En cuanto a la manera de instaurar hábitos y rutinas, no hay fórmulas mágicas ni perfectas para todos los miembros de la familia. Igualmente, Lanzafame sugiere que una buena manera de estimularlos es con la técnica del modelaje: «por ejemplo si les decimos que deben lavarse las manos al volver del colegio y nosotros no lo hacemos, estamos dando un doble mensaje que no ayuda a instaurar esa rutina. El establecimiento de rutinas también debe ser coherente con nuestras acciones».

La pesadilla de madrugar

Para muchos chicos, levantarse temprano puede ser la peor parte de volver al colegio. Según la Dra. Valeria López Girons, Pediatra Auditora de OSPEDYC, «el horario de la cena fundamentalmente tienen que ser temprano: Acostarse temprano para levantarse temprano». Recomienda dejar como mínimo una hora entre la comida y la hora de dormir.

Destaca además que es importante que los chicos que van a la tarde no se pierdan el horario del desayuno porque si no lo que sucede es que se acuestan tarde, se levantan tarde y se pierden una de las alimentaciones más importantes del día. «Más allá del Covid hay una pandemia mundial de obesidad en los niños. Hay que ser muy cuidadosos y tratar de ofrecerle a los niños las cuatro comidas», agrega.

Como recomendación general, Corvini destaca que «el límite mediante la palabra es saludable».

En el retorno, las inquietudes sobre la situación sanitaria y la prevención no estarán ausentes, según comentan los especialistas, que puntualizan que varias de los profesionales que reciben están relacionadas a este tema, especialmente a la vacunación. Habrá barbijos para los grados mayores y también toda la alegría de reencuentro con los compañeros.

La alimentación es clave: viandas saludables

La alimentación en la infancia juega un papel muy importante en el desarrollo y crecimiento de los niños y niñas y en la prevención del sobrepeso en la adolescencia y adultez. «Lo ideal es que consuman bastante cantidad de agua. Si no cuentan con comedor, hacer preparaciones que incluyan alguna proteína y verduras, siempre respetando el gusto de los niños», explica la Dra López Girons.

Algunas ideas para sumar en la vianda, según la Dra. Virginia Busnelli, especialista en nutrición y directora del Centro de Endocrinología y Nutrición CRENYF, son:

  •  Sándwiches con vegetales como lechuga, tomate, zanahoria rallada, berenjena o zucchini grillado. Luego sumar alguna carne magra, pollo, atún, queso o huevo. Además, dentro del tupper en el que está el sándwich agregar tomates cherry, fáciles de comer y ricos. Reemplazar la mayonesa por queso untable o puré de verduras.
  •  Budines de verduras. Dentro de esta preparación se pueden agregar infinidad de verduras cocidas. En rodajas, es fácil de trasportar y de comer.
  •  Croquetas de verdura, arroz integral y queso.
  •  Pizza. Hacer una masa casera integral, llenarla de vegetales por encima y agregarle queso y huevo o, por ejemplo, pechuga de pollo en tiras.