Para las escuelas, esta constelación familiar es un desafío que empiezan a asumir de manera natural, con contenidos que incluyen a todos sus tipos y formularios que reemplazan las palabras ‘madre y padre’ por responsable parental 1 y 2. Parte de este cambio también se nota en las comunicaciones que se entablan entre la escuela y la casa: ya no se convoca a reunión de padres, sino de familias, y se busca dejar atrás el Día de la Madre y el Día del Padre (fechas consideradas meramente comerciales) para unificarlo por el más inclusivo Día de la Familia. La ley de Educación Sexual Integral (ESI) también ha contribuido a llevar todos estos temas al aula, para que los chicos puedan tener un espacio de reflexión y preguntas y puedan sentirse representados en un modelo que los incluya.
“Hace un tiempo se han venido acercando familias homoparentales, de mujeres y varones, y monoparentales. Es algo que se ha ido dando de manera natural y progresiva y las hemos recibido con los brazos abiertos –sostiene Teresa De Stefano, directora de relaciones institucionales del colegio Northlands–. Por supuesto hablamos de las diferencias, pero también hacemos hincapié en los puntos en común que tienen estas familias como el amor, el cuidado y la contención. Creemos que está bueno encontrar similitudes en la diversidad”, plantea.
Sin embargo, el tema de las diferencias no se limita a la conformación familiar. “Más allá de este tema puntual que es una realidad, en nuestro colegio, que recibe alumnos de todas partes del mundo, se trabaja deliberadamente el tema de la diversidad. Sin dudas la escuela es una microescena del mundo real y en ese mundo hay muchas diferencias. Por suerte los chicos vienen con una mirada muy abierta. A veces somos los mayores los que tenemos los prejuicios”, reflexiona De Stefano.
En el colegio San Roque cuentan que la apertura social de los últimos tiempos los llevó a repensar varias cuestiones. “Hace unos años llegó al colegio un alumno que había sido adoptado por dos papás y en ese momento fue un tema tabú. Hoy es totalmente natural”, sostiene Gabriela Puerta, socia gerente del colegio ubicado en Campana, provincia de Buenos Aires.
Se trata de una escuela laica, de carácter familiar y de una matrícula reducida que en sus aulas tiene todo tipo de familias: homoparentales, monoparentales, ensambladas y las que son producto de adopciones tradicionales con un papá y una mamá o no tradicionales, con dos papás, dos mamás o un solo responsable parental. “En la escuela siempre decimos que familia es quien te cuida, quien se preocupa por vos. Tenemos como principio rector ser una escuela de puertas abiertas, es decir, a ninguna familia se le dice que no. Pero lamentablemente todavía existen colegios que ponen filtros y el tema de la conformación familiar es uno de ellos. Lo hacen de una manera solapada, por ejemplo, diciéndote que no hay vacante o te ponen en lista de espera. Afortunadamente son minoría”, sostiene Javier Buscassa, el director del San Roque.
Gabriel, uno de los papás de Gauthier, nunca estuvo preocupado por cómo iba a ser la integración de su hijo al jardín de infantes, no sólo porque es un niño sumamente sociable, sino porque siempre recibió mensajes positivos de parte de la gente. “Por suerte, no escuchamos a las personas que nos decían ‘¿Un hijo de dos varones? La va a pasar mal en el colegio’. Tanto Diego como yo teníamos la seguridad de que íbamos a abrir cabezas –sostiene–. Si en varias partes del mundo las familias homoparentales funcionan, ¿por qué no acá? Gauthier tiene un fuerte respaldo emocional y la convicción de que es hijo del amor, de dos hombres que tienen el derecho de formar una familia. Lo único que me preocupaba, y por eso lo dije en la reunión en el colegio, es que no le digan que no tiene mamá porque le estás creando una falta que él no siente. Él tiene dos papás que lo aman y sabe que hay un montón de familias distintas y todas son válidas”, plantea.
En cuanto a la reacción de los adultos, Gabriel asegura que fue súper positiva: “Venían y nos decían: ‘Qué bueno que nuestros hijos se críen con alguien que tiene una familia diferente a la nuestra’. Hemos tenido una repercusión espectacular. Nunca sentimos la mirada de nadie cuando vamos a buscarlo a la puerta del colegio. Sólo uno vino y me dijo: ‘¿Cómo le explico a mi hijo que Gauthier tiene dos papás?’ Y yo le contesté que si él no podía explicarle eso a su hijo entonces no tenía la capacidad de ser padre porque no iba a poder explicarle un montón de cosas más”.
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Pamela Visciarelli y Mariana Blanco son mamás de Juana (en primer grado) y Eva (en jardín de infantes). Pamela cuenta que las nenas fueron escolarizadas desde muy temprano y siempre tuvieron buenas experiencias. “Jamás sufrieron un hecho discriminatorio ni nada parecido. De chiquitas iban al maternal de mi trabajo y cuando eso se terminó salimos a buscar colegio. En algunos nos encontramos con formularios que no nos incluían, pero sólo eso. Cuando fuimos al que van ahora sí quisimos conocer el programa de ESI para ver cómo eran las charlas de tipos de familia y ahí nos cerró por todos lados”, cuenta Pamela y agrega que cuando les tocó elegir un libro de su casa para compartir con sus compañeros llevaron Anita y sus dos mamás y fue un éxito rotundo. “Vienen las amiguitas de Juana a casa y me preguntan: ‘¿Por qué yo no tengo dos mamás?’”
Pamela cuenta que el grupo de padres y madres del colegio al que asisten Juana y Eva también es muy unido. “Nos siguen en las redes (@dosmadresargentinas) y militan con nosotras. Han mandado notas al jardín planteando por qué siguían usando el formulario de inscripción tradicional cuando había familias que no están representadas en él. Fue tanta la movida que lo cambiaron –dice Pamela–. Pero hace poco las inscribimos en la colonia de una conocida cadena de gimnasios y ahí seguían poniendo nombre de la madre y nombre del padre. Les contamos nuestra situación y me dijeron: ‘Tachalo’. Yo no tengo problema en tachar, he tachado un montón de formularios, pero la idea es que eso cambie. Esa es la lucha que estamos dando ahora”, dice Pamela.
Pero las familias conformadas por dos adultos del mismo sexo son sólo a una parte de las consideradas diversas. En este colectivo también hay que hablar de las monoparentales, que han crecido, y mucho, en los últimos años. Mónica Edreira fue mamá sola a los 49. Su búsqueda no fue sencilla, pero hace 6 años llegó Mateo y todo cambió. “Yo siempre me lo planteé desde el plano espiritual, sentía que si había un alma que quisiera materializarse en estas circunstancias –mamá grande y sola– yo estaba dispuesta a poner el cuerpo”, cuenta. Mónica, que recurrió al banco de semen de Cimer, centro de fertilización dirigido por Stella Lancuba, logró el embarazo tan deseado. De los 209 pacientes que recurrieron el último semestre a este banco de esperma, casi el 50% eran mujeres solas, el 10% correspondía a parejas igualitarias y el resto a heterosexuales.
Mónica cree que los niños como Mateo ya vienen con información previa. “Es un chico muy espiritual que dice que en el momento de elegir una mamá y un papá él no tenía un papá para elegir así que me eligió a mí, y un tío y un abuelo. Va a una escuela muy inclusiva y de mucha apertura. Ellos citan al adulto responsable, no a papá o mamá”, cuenta Mónica y destaca que entre los libros que le pidieron en el colegio, había uno que ella le lee a Mateo sobre la diversidad familiar. “No es que yo lo sugerí, el colegio mismo lo pidió para que lo leyeran en clase”, cuenta Mónica y agrega que los padres y madres de sus compañeros se interesaron por saber cómo abordar el tema cuando sus hijos les pregunten por qué Mateo no tiene papá.
Las familias se transforman y el colegio tiene el desafío de acompañar esa transformación. No es poca cosa: de eso depende que un niño o niña se reconozca dentro o quede fuera de cualquier representación de familia que se discuta en su aula.
37%
Es el porcentaje que responde a la familia tradicional, según datos del último Censo realizado en 2010. El otro 63% incluye parejas divorciadas y familias ensambladas
768
El número de matrimonios igualitarios que hubo en 2021 en la ciudad. Además se realizaron 194 uniones convivenciales de personas del mismo sexo
4500
Los nacimientos de bebés por técnicas de reproducción asistida por año en el país
De todas maneras, no es posible determinar con exactitud cuántos de ellos corresponden a hogares homo o monoparentales
920
Consultas por vientres subrogados en Halitus, desde 2019 hasta la fecha. El 19% corresponde a parejas homosexuales (el 18% de varones) y el 10% a personas solas