Cada estación del año nos ofrece diferentes tipos de alimentos, y en primavera, con la llegada del buen tiempo, casi siempre la alimentación y el estilo de vida se modifican.
Lo que suele suceder es que las personas se ven más atraídas por alimentos frescos (como verduras y frutas), consumen mayor cantidad de líquidos y hasta se encuentran más activos. Por esto mismo, la llegada de la estación de las flores es una buena oportunidad para renovar la manera en que se come, y para sumar otros platos y comidas a la dieta diaria.
Según indicó la nutricionista Julieta Lupardo, en general en esta época muchas personas tratan de bajar de peso lo más rápido posible, sin importar las consecuencias nutricionales que esto pueda ocasionar.
«Se exponen a dietas restrictivas, donde se eliminan varios grupos de alimentos y con un aporte inadecuado de nutrientes y calorías. En caso de querer descender de peso, el objetivo es poder llevar a cabo una alternativa alimentaria sin ‘dietas restrictivas’, donde el alimento es más que un transporte de nutrientes y calorías», indicó la licenciada.
De este modo, la nutricionista de Halitus Instituto Médico recomendó que en primera instancia, hay que respetar las cuatro comidas principales (Desayuno/Almuerzo/Merienda/Cena).
Luego de eso, es importante incorporar el consumo de dos a tres frutas por día, y consumir una porción de verdura cruda y una de verdura cocida durante el día. «Al menos medio plato en almuerzo y en cena», aclaró.
Además, mencionó que es necesario sumar una porción de cualquier tipo de carne o huevo una vez en el día, como así también se deben consumir de 6 a 8 vasos de agua a diario para hidratarse bien.
De igual modo, aconseja consumir en el almuerzo o cena una porción de alimentos ricos en hidratos de carbono (lentejas, papa, batata, choclo, arroz, tarta, fideos, garbanzos, etc.) siempre acompañados con verduras (medio plato de alimentos con hidratos y el otro ½ plato verdura).
Por último, la especialista aclara además que la buena alimentación debe estar siempre acompañada de una actividad física que se realice de manera regular y que sea placentera y sostenible en el tiempo.