Según la Resolución N° 1062/2023 publicada en el Boletín Oficial, la Anticoncepción Hormonal de Emergencia (AHE), conocida popularmente como “la pastilla del día después”, será de venta libre en todas las farmacias del país. Esto significa que quien así lo desee podrá adquirirlas sin necesidad de presentar receta médica.
De esta manera, además, todas las marcas que distribuyen el Levonorgestrel de 1,5 miligramos en el país podrán ser adquiridas de manera gratuita en todos los hospitales públicos sin prescripción de un médico.
Consultada por Infobae, la médica ginecóloga Lía Arribas (MN 82093), presidente de la Asociación Médica Argentina de Anticoncepción (AMAdA) dijo que “la anticoncepción de emergencia es mal llamada del día después, ya que ese término atenta contra lo rápidamente que hay que tomarla”. “Se instaló llamarla de ese modo, pero se sabe que su eficacia disminuye a medida que pasa el tiempo entre la relación sexual sin cuidado y la toma”, enfatizó.
“Todas las guías internacionales dicen que son seguras. En otros países se capacitó a los farmacéuticos para vincular a las mujeres con el equipo de salud, porque de alguna manera, si una mujer la toma muy seguido es que su método anticonceptivo de uso regular está fallando. Habría que ver en Argentina cómo vincular a la mujer con el servicio de salud; la actual es una oportunidad para estimular la consulta médica para que esa mujer necesite recurrir lo menos posible a la anticoncepción de emergencia”, completó Arribas.
La médica ginecóloga Marisa Labovsky (MN 84376) , ex presidenta de la Sociedad Argentina de Ginecología Infanto Juvenil (SAGIJ) y de la Asociación Médica de Anticoncepción destacó que “la pastilla que no se llama ‘del día después’ sino ‘de emergencia’ porque precisamente es eso, una anticoncepción de emergencia, un plan B para cuando falló el método utilizado, o bien cuando no se utilice bien un método anticonceptivo (se haya olvidado alguna toma de la píldora), cuando no se utilicen métodos anticonceptivo por ejemplo en casos de violación o en casos de duda ante la rotura del preservativo”.
“La pastilla de emergencia funciona inhibiendo la ovulación”, explicó Labovsky.
Por su parte, María Elisa Moltoni, médica ginecóloga (MN 114737) y vicepresidenta de la Asociación Médica Argentina de Anticoncepción (AMAdA) e integrante de Halitus Instituto Médico, consideró que la píldora de emergencia “actúa frenando la ovulación de la mujer y lo que hace es transformar el moco de la entrada del útero en un moco impenetrable para los espermatozoides (por eso es mejor no esperar al día después para tomarla, si no lo antes posible”.
“No logra evitar todos los embarazos, porque si la mujer ya ovuló y tiene relaciones sin protección, a veces la pastilla no hace efecto -precisó-. Si luego de tomarla se produce igualmente un embarazo, no aumenta la tasa de aborto ni produce ningún tipo de malformación en el feto”, agregó Moltoni.
Consultada por Infobae sobre la medida, la médica ginecóloga Gabriela Kosoy (MN 70409), de la sección adolescencia del Hospital Bernardino Rivadavia de la Ciudad de Buenos Aires y ex presidenta de SAGIJ y de AMAdA opinó que es “la anticoncepción de emergencia o mal llamada anticoncepción del día después es la última oportunidad luego de una relación sexual no protegida para poder actuar frente a un embarazo no intencional”.
“Si bien se puede utilizar hasta 120 horas después de una relación sexual no protegida, lo ideal -ya que su mecanismo de acción es inhibir la ovulación- es utilizarla cuanto antes, principalmente dentro de las primeras 12 horas es lo ideal”, completó la especialista.
Esto es porque “a medida que pasan las horas disminuye su efectividad”, resaltó, al tiempo que remarcó que “en caso de que ya se haya producido la ovulación, la píldora no va a ser eficaz, o sea, si justamente el día de la relación sexual se produjo la ovulación, es probable que el embarazo se produzca”.
Con una dosis de Levonorgestrel de 1,5 miligramos, las pastillas de emergencia inhiben la ovulación, y he allí la gran diferencia que tiene con el resto de las píldoras anticonceptivas hormonales.
“Ya sean combinadas o sólo de gestágenos, la diferencia es la dosis hormonal en cada una -explicó Kosoy-. La píldora de emergencia debe utilizarse en cada relación sexual sin protección o en aquella que haya fallado la protección ya que actúa en ese momento presente, mientras que los anticonceptivos hormonales combinados o sólo de gestágenos de uso continuo producen su efecto de inhibir la ovulación mediante la toma continua y requieren al menos siete días de toma para que esté inhibida la ovulación”.
“Es un plan B porque tiene mucha falla como único método anticonceptivo, por eso es sumamente importante que las pacientes lo tomen en el momento que tienen el accidente”, insistió Labovsky, y advirtió: “Puede pasar es que la menstruación se adelante, venga cuando iba a venir o se retrase y eso no afecta en nada a la salud de las mujeres”.
Métodos hormonales: píldoras, implante subdérmico, inyectable mensual, inyectable trimestral, anillo vaginal anticonceptivo, parche anticonceptivo. Estos métodos impiden el embarazo inhibiendo la ovulación y modificando el moco de la entrada del útero, evitando así la fertilización.
Métodos de barrera: preservativo masculino, preservativo femenino y diafragma. Funcionan impidiendo de manera física el contacto del semen, evitando que los espermatozoides puedan alcanzar el óvulo.
Métodos intrauterinos: DIU y DIU hormonal. Estos métodos ejercen su acción adentro del útero, impidiendo la fertilización, incapacitando que los espermatozoides lleguen al óvulo y/o espesando el moco del útero para que los espermatozoides no entren.
Métodos quirúrgicos: ligadura de trompas y vasectomía. Son irreversibles. Impiden el encuentro del óvulo y el espermatozoide.
Métodos naturales: calendario, moco cervical, abstinencia periódica. Son métodos que se basan en conocer el ciclo femenino y los cambios que ocurren en el organismo de la mujer, para evitar las relaciones en los días considerados fértiles. Tienen la menor eficacia comparada con los otros métodos.