Es posible que sea uno de los malestares más frecuentes durante el primer trimestre, y uno de los síntomas más relacionados popularmente con un embarazo. Las náuseas y los vómitos son molestos y suelen generar numerosas consultas. Habitualmente suelen aparecer en las primeras horas del día, por lo cual se las llama “náuseas matutinas del embarazo”.
Si bien son bastante frecuentes, es importante destacar que la ausencia de éstos durante un embarazo no es motivo de preocupación ni alarma.
“Debido a que las náuseas y vómitos son comunes al comienzo del embarazo pueden ser subestimados y subtratados por los profesionales de la salud, sin embargo, merecen atención y alternativas”, explica la doctora Ariana F. Santillán, obstetra de Halitus Instituto Médico.
“Una vez que las náuseas y el vómito progresan puede ser más difícil controlar los síntomas, por lo tanto, es importante instaurar un tratamiento y medidas adecuadas a tiempo”, advierte.
Explica, además, que las náuseas en sí mismas no revisten gravedad ni para la persona gestante ni para el feto, pero si éstas se asocian a vómitos recurrentes, se deberá prestar mayor atención.
¿Por qué suelen aparecer náuseas en los primeros meses del embarazo? En la web de Mayo Clinic indican que “las náuseas y los vómitos durante las primeras etapas del embarazo podrían indicar que estás teniendo un aumento de las hormonas necesarias para tener un embarazo sano”.
Y explican: “Las investigaciones sugieren que las náuseas y los vómitos durante el embarazo podrían deberse a los efectos de la hormona que produce la placenta llamada gonadotropina coriónica humana”.
Santillán aclara que “la gonadotrofina coriónica del embarazo tiene relación estrecha entre los picos de su concentración y el malestar, por ejemplo, debido a embarazos múltiples, donde la secreción es mayor”.
Y dice que el estrógeno resulta otra hormona clave, ya que las náuseas y vómitos del embarazo son más frecuentes cuanto mayores son sus niveles. “En algunos embarazos, puede ser necesaria la suplementación de esta hormona, acentuando las náuseas”.
Por último, también se refiere a la evolución adaptativa: “Las náuseas y los vómitos pueden aparecer como respuesta adaptativa y protectora para la persona gestante y el feto de cualquier comida potencialmente peligrosa”.
“Ahora bien, ¿hay también una predisposición a padecerlas? ¿Hay factores emocionales puestos en juego en esta maquinaria? Siempre debemos abordar todas las opciones posibles a fin de lograr la mejoría. Siempre debemos evaluar si solo se trata de náuseas, o si de haber vómitos, amerita realizar estudios diagnósticos”, indica la médica obstetra.
Para aliviar los síntomas, en primera instancia, dice Santillán, se deberá abordar la educación en medidas relacionadas a la alimentación. Por ejemplo, evitar picantes y realizar pequeñas ingestas, de menor volumen, pero a intervalos menores, es decir, intentar comer antes de que te de hambre y comiencen los síntomas.
Los alimentos con alto contenido de grasa deben permanecer mucho tiempo en el estómago para su digestión, por lo cual, no se suelen recomendar en esta etapa. Se sugiere alimentos de más fácil digestión.
En caso de requerirlo, existen alternativas de tratamientos a realizar. Éstos siempre deben ser indicados por el o la obstetra. Recordá siempre hacer tu consulta prenatal para transitar el embarazo en las mejores condiciones.