Por Dr. Sergio Pasqualini, director científico de Halitus Instituto Médico y presidente de Fundación REPRO
Las personas somos el resultado de nuestros genes, pero también, de la impronta que el medio ambiente donde crecimos le da a esos genes. Esto se conoce como epigenética, y hará que algunos de esos genes que heredamos se activen y otros se silencien. Es decir, el medio ambiente puede llegar a modular la expresión de nuestros genes.
Es por eso que podemos afirmar, que quien lleva adelante el embarazo va a influenciar sobre el futuro bebé. Esto es así en un embarazo natural como en aquellos logrados por ovodonación o subrogación de vientre. Por supuesto que, por ejemplo, si se estudian los genes de un niño nacido por ovodonación, se detectará que no es la madre genética.
Este intercambio o influencia se empieza a ejercer, en el caso de embarazo natural desde la ovulación, en el caso de la ovodonación y de la subrogación de vientre desde la transferencia embrionaria, antes inclusive de la implantación y continúa durante todo el embarazo.
Cuanto más precoz en el desarrollo se de, mayor puede ser esa influencia. El embrión en su breve periodo antes de implantar y luego durante todo el embarazo recibe una influencia de su entorno, que va a ser del útero, es una influencia “a presión” ejercida exclusivamente por la mujer que lleva el embarazo, quien a su vez recibe estímulos desde el exterior que van a actuar sobre su interior y éste sobre el embrión, luego el feto.
Una demostración del intercambio entre el futuro bebé intraútero y la futura madre, lo da el hecho que ya a la semana 9 de embarazo y con una extracción de sangre, se puede saber si el embrión en desarrollo es genéticamente normal. Esto es posible, dado que pasa ADN del embrión a la circulación materna a través de lo que luego será la placenta. De esta manera, se demuestra que existe un intercambio permanente entre la madre y el embrión, no sólo de ADN sino también de distintas moléculas que le pueden dar una impronta a ese futuro bebé que va más allá de la genética.
Con esta información en mente, es importante trabajar para que la embarazada lleve adelante la gestación con alegría, con hábitos de vida saludables, que sea proactiva, que se alimente como corresponde, que se mueva, que realice ejercicios físicos -si no están contraindicados-, hasta es recomendable hacer yoga, meditación, acupuntura.
La personalidad es más difícil cambiar, pero sabiendo qué rasgos podrían llegar a ser transmitidos por esta vía, la psicoterapia, en algunos casos, podría llegar a ayudar.
Está realidad es muy importante, dado que la mujer que recurre a óvulos donados para ser madre, no solo va a llevar adelante el embarazo, sino que le dará una impronta que a su vez puede llegar a ser trasmitida de generación en generación.
Lo mismo ocurre en el caso de la subrogación de vientre, donde es interesante tener en cuenta quién lleva adelante el embarazo, porque en este caso es la portadora quien le podría dar su impronta también.