“La edad ideal para congelar óvulos es antes de los 35 años”, rezaba el título de una gacetilla de prensa que llegó al mail de Lucía Ugarte, conductora del ciclo Chicas Guapas por América y que logró captar la atención de la también productora, hoy de 33 años. Meses más tarde se decidió a hacer el tratamiento que concibe como “una forma de planear la maternidad sin presión” y aunque tuvo una infección y debió ser operada de urgencia, se mostró agradecida a la ciencia.
Desde el Hospital Italiano, donde está internada desde el jueves, y mientras aguarda los resultados de nuevos estudios y tras haber sido intervenida por una infección, Lucía habló con Teleshow. Las molestias y dolores empezaron tres semanas después de que le extrajeran los óvulos para su conservación: “Justo el 31 de octubre teníamos que celebrar Halloween Online, tenía que conducir un evento, y ése mismo día al mediodía me estalló la panza de dolor. Fui al médico, me dio un antiinflamatorio y el dolor cesó. A la noche mientras trabajaba me dio migraña, sentía desgano, poca energía y a la noche transpiré la cama como si hubiera tenido fiebre. Como ya no me dolía la panza, sospechaba más que podía tener coronavirus u otra enfermedad”.
Al continuar con migraña y poca energía que fue a la guardia, donde la hisoparon y dio negativo de covid -19, entonces fue su ginecólogo quien le mandó hacer más estudios: “Encontró que tenia los glóbulos blancos muy altos. Me volvió a citar a la guardia para estudios más intensivos, pero seguían sin encontrar exactamente qué tenía. El jueves me sentía mejor, pero por prevención vuelvo a tener una consulta con mi clínico para seguir investigando, se quedó alerta al seguir viendo valores alterados y en menos de tres horas cuando estaba en casa estallo del dolor: empiezo a gritar, transpirar con picos de fiebre, vomitar, temblar. Parecía una película de terror”.
Justo ese día “gracias a Dios” sus padres estaban en su casa por lo que la ayudaron y llamaron a la ambulancia. Lo primero que pensaron fue que podría tener un “ovario rotado”. En medio de la fiebre, Lucía escuchaba a los médicos utilizar términos como “código rojo” o “laparoscopía” y hasta tuvo que firmar un consentimiento para extraerle un ovario en caso de que fuera necesario: “Ese dolor me estaba matando. Horas después abro los ojos y me dicen que habían conservado el ovario porque lo que había era una tremenda infección que había afectado todo mi abdomen. Drenar la infección, lavar el estómago y operar a tiempo fue fundamental para salvarme la vida”.
La conductora confesó que sintió miedo ya que sabía que en su cuerpo había algo que no estaba bien y que el peor momento fue el jueves antes de ir a la guardia, cuando ese dolor “estalló”. “Ahora me voy sintiendo de a poco mejor estoy más tranquila porque estoy monitoreada por profesionales interdisciplinarios”, dijo.
Aún internada, está esperando que los médicos puedan determinar qué tipo de bacteria tenía para poder recetarle antibióticos: “Recién desde ayer lunes puedo decir que me estoy sintiendo mejor, volviendo a caminar, a tener apetito, es terrible pasar por la sensación de dolor donde tu cuerpo lucha por sobrevivir. Nunca me había pasado algo tan extremo”.
Lucía comenzó a interiorizarse sobre el congelamiento de óvulos el año pasado y habló del tema con algunas amigas que no tenían hijos: “Tenía 32, no tenía en ningún plan cercano de vida ser madre, y no tenía la menor idea de que a los 35 empieza a bajar la capacidad de producción de nuestros óvulos y desde mi rol sentí la necesidad de compartir toda la información que me había llegado para que cada vez más mujeres tengan la libertad de respetar sus propios tiempos sin sentir la presión del tiempo biológico atrás de ellas”.
Aunque tuvo miedo y dolor, dijo muy segura que le recomendaría la práctica a otras mujeres ya que es una “oportunidad que nos da la ciencia para poder planificar nuestra maternidad sin presión” y aclaró: “Así como recomiendo fervientemente el tratamiento, también desde mi experiencia sugiero que estén alertas a las anomalías que puedan presentar sus cuerpos. Luego de la punción, si sentí algunos dolores abdominales que se fueron a la semana. Lo que me pasó tres semanas después pasa 1 en 30.000 casos, es una infección muy poco frecuente”.
“Sin lugar a dudas estoy agradecida de tener 22 óvulos congelados y ojalá hablar del tema sea un despertar para muchas mujeres”, cerró Lucía que no sabe cuándo estará lista para usar dichos óvulos: “Ahora estoy en modo sobrevivir y recuperarme al 100% de esta infección para poder volver a casa”.
Durante el verano, la actriz Natalie Pérez también decidió conservar su óvulos y tiempo después sufrió una hemorragia interna. “Esto no sucede pero puede pasar. Está bueno averiguar bien antes de hacerlo porque la verdad que no es lo más normal, pero puede suceder y es muy doloroso la verdad. Ahora tengo una recuperación lenta por la hemorragia y la anemia”, contó tras haber sido dada de alta.
El doctor Sergio Pasqualini, director de Halitus Instituto Médico, había explicado en su momento: “Las complicaciones que pueden presentarse en las punciones foliculares (la extracción de los óvulos) son el sangrado y la infección. El primero es inmediato post punción o al día siguiente. En cambio la infección se presentará en el transcurso de los días. Es importante resaltar que ninguna de estas complicaciones es tan frecuente o hace que la punción folicular sea un procedimiento riesgoso. Son esporádicas y en general se autolimitan. De todas formas los médicos siempre estamos atentos a la evolución de las pacientes para actuar en caso de ser necesario”.
Además, contó cómo es el tratamiento: “En primer lugar, se estimulan los ovarios para producir folículos y se va siguiendo su evolución a través de ecografía. Alrededor del día 13 del ciclo, cuando llegan al estadio preovulatorio, se punzan para obtener los óvulos. Se punza folículo por folículo, se obtiene el líquido folicular, y se entrega al biólogo para que vea si hay o no óvulo”.