Las mujeres que contraen Covid-19 al final de un embarazo son más vulnerables a tener complicaciones relacionadas con el parto, indica un estudio publicado el jueves en Nature Medicine. La mayoría de estos problemas surgen cuando no están vacunadas.
El trabajo fue uno de los primeros en analizar el vínculo entre embarazo y coronavirus a nivel nacional en Escocia. Incluyó datos de todas las embarazadas de ese país: más de 87 mil mujeres que estuvieron gestando entre diciembre de 2020 y octubre de 2021.
Concluyó que las que se infectan al final de un embarazo es más probable que tengan más complicaciones que aquellas que contraen el Covid-19 en las primeras etapas de la gestación o las que directamente no se contagian.
Los resultados muestran que los nacimientos prematuros, los mortinatos (muerte en el útero durante las últimas 20 semanas del embarazo) y las muertes de recién nacidos son más comunes entre las mujeres que tienen el virus 28 días o menos antes de la fecha de parto.
Consultado por Clarín, el doctor Ernesto Beruti, jefe del Servicio de Obstetricia del Hospital Universitario Austral, coincide en que contraer Covid-19 al final del embarazo es más riesgoso que al principio.
«En el Hospital Austral durante el 2020 tuvimos solamente tres embarazadas en terapia intensiva. Y en el 2021 tuvimos 12. O sea, esto fue más grave. Y sobre todo es más grave a partir de las 30 semanas de embarazo. Es lo que estuvimos viendo», señala.
«Hubo casos en los que tuvimos que, a las 34 semanas, hacer la cesárea de urgencia porque la paciente necesitaba entrar en respirador», agrega Beruti.
Según el obstetra, durante el 2021 el Covid-19 afectó en mayor medida a las embarazadas y, en especial, a partir de las 30 a 32 semanas de gestación. «Esto ha sido así en la Argentina y en casi todo el mundo», precisa.
La mayoría de las complicaciones que describe el estudio fueron en mujeres no inmunizadas. Por eso, los investigadores reclaman que en Escocia haya más esfuerzos para aumentar la aplicación de la vacuna en embarazadas.
Desde el comienzo del programa de vacunación en Escocia, se confirmaron un total de 4.950 casos de Covid-19 durante el embarazo. El 77% de ellos fue en mujeres no vacunadas.
El equipo halló que la tasa de mortalidad perinatal prolongada entre los nacidos dentro de los 28 días posteriores a que su madre desarrollara Covid-19 fue de 23 por cada 1000 nacimientos. Todas esas muertes de bebés ocurrieron en mujeres que no estaban vacunadas al momento de la infección.
Sin embargo, los expertos asumen que no es posible definir si el coronavirus contribuyó directamente a estas muertes o partos prematuros, ya que no tuvieron acceso a los registros clínicos detallados de cada mujer en forma individual.
Otro dato: la hospitalización y la atención crítica también fueron significativamente más frecuentes en las no vacunadas. El 98% de las embarazadas con Covid-19 que ingresaron en cuidados intensivos no se habían aplicado la vacuna contra el coronavirus.
El doctor Sergio Pasqualini, médico obstetra y director de Halitus Instituto Médico, dice a Clarín que lo más importante del estudio publicado en Nature es que demuestra la importancia de la vacuna.
“La reticencia de las embarazadas a aplicarse la vacuna era algo normal, es decir, el miedo a que pase algo. Ese temor lo tenían tanto las mujeres como los mismos médicos. Pero quedó demostrado que la vacuna protege y que es fundamental”, señala.
“El contagio del Covid puede ser en cualquier momento del embarazo. Y la forma en que afecta a la mujer embarazada puede ser de distintas maneras. Entonces, cuanto peor le pegue el Covid, más grandes pueden ser las posibilidades de complicaciones”, sigue Pasqualini.
Según el especialista, cuando una embarazada se contagia el Covid-19, si tiene una vacunación completa, sus riesgos de complicaciones son mucho menores.
“Es importante que las mujeres, estén embarazadas o no, se vacunen. Y fundamentalmente aquellas que se encuentran en tratamiento de fertilidad o aquellas que no se estén cuidando para, de esa manera, si se contagian tratar de minimizar las consecuencias”, completa Pasqualini.
En la misma línea, Beruti considera que «el mensaje más importante está referido a la vacunación«. Y agrega: «La mayoría de las personas que están ahora en terapia intensiva y tienen cuadros graves de enfermedad por Covid-19 son pacientes, en su mayoría, que no se han vacunado».
«Con respecto a la embarazada, cada vez hay evidencia más contundente sobre los beneficios de la vacuna«, dice Beruti. Y detalla que esos aportes están por sobre los riesgos potenciales que pueda tener para la mujer o para el bebé.
Los expertos consultados coinciden en que la aplicación de la vacuna tiene que ser en cualquier momento del embarazo. Lo antes posible.
«Esto previene la enfermedad grave en las mujeres y además tiene la ventaja de que los anticuerpos pasan a través de la placenta y pueden proteger al bebé también», completa Beruti.
«A medida que los casos de (la variante) Ómicron siguen aumentando, recomiendo encarecidamente a todas las mujeres embarazadas que acepten la oferta de una vacuna o un refuerzo», subrayó uno de los autores del estudio escocés, Aziz Sheikh.
Según Sheikh- que es director del Instituto Usher de la Universidad de Edimburgo (Gran Bretaña)- «esto ayudará a protegerlas a ellas y a su hijo por nacer».
Para Beruti, Ómicron está mostrando, por ahora, que si bien tiene una alta tasa de contagios, los cuadros son más leves. «Hemos tenido un montón de embarazadas, en estos últimos 20 días, con cuadros positivos de coronavirus, pero son leves», comenta.
En la misma línea, Pasqualini señala que «Ómicron trajo cierta tranquilidad porque si bien es mucho más contagioso, su poder de daño parece micho menor». De todas maneras, insiste en que lo mejor es vacunarse y mantener todos los recaudos.