Semanas atrás, la cantante María Becerra sorprendió con un duro comunicado que compartió en sus redes sociales junto a su pareja, J Rei. En el mismo, detalló que tuvo que someterse a una intervención quirúrgica debido a un embarazo ectópico, una complicación que afecta a 1 de cada 100 a 200 embarazadas.
Se trata de una condición que ocurre cuando el embrión se implanta fuera de la cavidad uterina, impidiendo su desarrollo normal y comprometiendo la salud de la mujer. En más del 95% de los casos, el embrión se aloja en las trompas de Falopio, generando un grave riesgo de ruptura de la trompa y, en algunos casos, poniendo en peligro la vida de la mujer.
«Normalmente esto se produce por alguna alteración o afección que dificulta la migración del óvulo fecundado y que hace que quede implantado en otro lugar que no sea el útero. El embarazo ectópico más frecuente es en las trompas de falopio pero también puede darse en el ovario, en el abdomen o incluso en el cuello uterino, que sería de los más graves», explica el doctor Darío Didia (M.N. 69.333), Jefe de la División Obstetricia del Hospital de Clínicas de la UBA.
La difusión que se le dio al caso de Becerra puso en foco una complicación que ocurre en 1 a 1,5% de los embarazos en Argentina. «Últimamente está siendo algo más frecuente ya que uno de los motivos del embarazo ectópico es la edad mayor a 35 años. Otras causas pueden ser cirugías abdominales, cicatrices pélvicas, haber tenido un embarazo ectópico previo, una infección en las trompas, alguna enfermedad inflamatoria pelviana, enfermedad de transmisión sexual u otras. Es decir, patologías que produzcan inflamación en las trompas, lo cual dificulta la migración del óvulo hasta la cavidad del útero», advierte el especialista.
Es una patología que por lo general no da muchos síntomas diferentes a los de un embarazo normal hasta que empiezan a aparecer complicaciones. «La dificultad más común es la rotura de la trompa, lo que produce un sangrado, se irrita el peritoneo, el abdomen y ahí es donde aparecen los síntomas, que pueden ser dolor, mareos, hipotensión arterial. La gravedad va a depender de la cantidad de sangrado», señala la doctora Carolina Tomatis (M.N. 119.643), ginecóloga de Halitus Instituto Médico.
El diagnóstico precoz es clave para evitar complicaciones graves, por eso, la experta remarca la importancia de estar atentos a los síntomas más frecuentes como por ejemplo: falta de menstruación, dolor pélvico o abdominal (unilateral o difuso), sangrado vaginal (metrorragia), sensibilidad mamaria, náuseas, vómitos y fatiga persistente. Ante estas manifestaciones, la ecografía es la herramienta fundamental para determinar la localización del embarazo y confirmar si se trata de un embarazo ectópico.