Por Alicia Pendito
Varios estudios se han detenido en el vínculo de esta disciplina con la fertilidad, y concluyen que muchas parejas han logrado tener un hijo luego de este acompañamiento. Pero ¿Cómo contribuye?
El diagnóstico de infertilidad conduce casi inevitablemente a una situación de crisis. Varios estudios clínicos han demostrado en todo el mundo que el estado emocional y el grado de estrés de una mujer repercute negativamente tanto en la probabilidad de concebir un embarazo como en la posibilidad de que este llegue a término.
El counseling es una herramienta alternativa que contribuye al manejo del estrés que deviene de la búsqueda infructuosa de un hijo, y de los tratamientos a los que haya que someterse. En general, las personas que no logran el embarazo llegan con una pérdida grande de confianza, con miedos de todo tipo, con culpa y con tristeza. El Consultor Psicológico trabaja en el presente, en el aquí y ahora, sobre sus miedos y sus inquietudes. Cuanto antes se realice el Enfoque Centrado en la Persona, que es una de las disciplinas del counseling, más rápido podrá ir dejando el pasado y vivir de manera más plena su presente. Estar en el aquí y ahora, les permite afrontar mejor ese trayecto.
Se trabaja acompañando y ayudando desde un lado sensible y humano. Rescata almas y las vuelve a su eje para que logren sus sueños. Así, en ese vínculo entre counselor y consultante, se construye una vida más saludable.
El counseling se va amoldando a las necesidades de las personas y al momento de la búsqueda del hijo en el que se encuentren. No demanda más que lo que la persona exige. Además, un buen consultor debe poder estar presente y a disposición para cuando se lo necesite, sin reparar en días y horarios. Lo más importante es que esa persona o pareja pueda tener nuevamente confianza.
Sobre esa base considera a los individuos, sin prejuzgar, viviendo el presente y considerando una mejor vida saludable. Si bien no siempre se logra el embarazo, o quizás se necesitan varios negativos hasta lograr la tan ansiada beta positiva, en el camino es necesario que la persona cuente con las herramientas para afrontarlo.
La incorporación de este abordaje al tratamiento clínico de la infertilidad de un modo ordenado, objetivo y desde dónde sus resultados puedan ser medidos, evaluados y corregidos se plantea como una opción real y científica para potenciar sus resultados. El counseling ha demostrado ser, de forma repetida y científica, beneficioso para la mayoría de las personas y en la mayoría de las situaciones.
La vida es así, puede ser o no ser. Así que, si no sale, se baraja, se da de nuevo. Al final, todo es mejor si se transcurre en compañía.