Este sábado 13 de abril estamos conmemorando el Día Internacional del Beso, un momento que nos invita a explorar la profundidad y el poder que encierra este gesto tan cotidiano. Desde la primera caricia materna hasta los encuentros más íntimos, el beso trasciende lo físico para influir en nuestra salud mental, emocional y física. La Dra. Beatriz Literat (MN 50294), es sexóloga clínica. Hoy, nos adentra en los efectos corporales de este fenómeno.
Cuando hablamos de besos, evocamos instantáneamente sentimientos de amor, atracción, entrega y conexión. Según la doctora, los besos activan neurotransmisores y hormonas que sincronizan nuestros sentidos, tono muscular, ritmo cardíaco y respiración. Esta compleja interacción química despierta tanto respuestas sexuales como actos de ternura, dependiendo de la intencionalidad y el contexto en el que se produce el beso.
A lo largo de la historia, los besos han sido una parte fundamental de nuestras relaciones humanas, manifestándose tanto en ámbitos privados como públicos. La neurociencia nos brinda una nueva comprensión de cómo esta expresión afectiva influye en nuestro bienestar emocional y físico. «Hemos crecido en una cultura que valora el beso como un símbolo de unión y conciliación.», explica la sexóloga
El Día del Beso es más que una celebración; es un tributo a las emociones y vínculos que fortalecen nuestros lazos humanos. Desde la sexología y la psicología, se promueve el beso como parte integral de las terapias sexuales y como una forma de expresar cariño y conexión en relaciones familiares y sociales.
Un beso auténtico puede generar calma, seguridad, autoestima y conciliación, cualidades esenciales en nuestras vidas modernas. «Durante y después de un beso amoroso, amistoso, de reencuentro o de reconciliación, la química corporal se transforma en un verdadero y saludable elixir de la juventud», explicó Literat.
Un beso puede trascender las palabras y convertirse en un lenguaje universal de amor y afecto. En este Día del Beso, abracemos la magia que desprende de este gesto y recordemos que besar y ser besados nos conecta con nuestra esencia más humana y amorosa. No solo labios, sino también alma y corazón, se unen en cada beso sincero y significativo.