Si bien es cierto que mucho se habla de la búsqueda de un embarazo, de los duelos, de las pérdidas y también de los logros desde la perspectiva de la mujer, la mirada y el sentir del hombre por mucho tiempo ha sido desterrada del discurso social. De hecho, poco se dice o se conversa sobre aquellos hombres que tienen el deseo de ser padres solos, sin estar en pareja.
Aún así, lo cierto es que en la actualidad vivimos profundos cambios socio-culturales, y el hombre se ha ubicado en un lugar diferente respecto de la búsqueda de un hijo y de la paternidad, en comparación con lo que antes sucedía. Aunque durante décadas todo lo referido a la maternidad era solo cosa de mujeres, hoy no es así y son muchos los varones que están muy presentes en la búsqueda, en los tratamientos, en la llegada y crianza de un hijo.
De hecho, cada vez hay más hombres solos que consultan para tener un hijo y, en ocasiones, ante las imposiciones sociales, se deben debatir entre sus ideales y sus deseos más profundos.
Aún así, con sentimientos encontrados, hoy se ve un nuevo estilo de hombre que comenzó a atreverse a tomar lugares que antes eran ocupados por mujeres. Incluso, hay parejas de hombres u hombres solos que piensan en formar una familia, y para ellos la donación gametaria o la gestación sustituida es la única posibilidad de realizar su sueño. Estos tratamientos son vividos con alegría y entusiasmo la mayoría de las veces, aunque ser padre en el contexto de una pareja igualitaria o en soledad es una aventura que no todos están dispuestos a afrontar.
Uno de los referentes más conocidos en la esfera pública que fue padre solo, es Marley, quien se convirtió en papá en octubre de 2017 por medio de un vientre subrogado. Lo mismo hizo Flavio Mendoza poco tiempo después, y muchos años antes Ricardo Fort se animó a tener mellizos a través del método de vientre de alquiler.
Sin embargo, según la psicóloga de Halitus Instituto Médico, cuando la donación de gametas o la gestación por sustitución es indicación médica en una pareja heterosexual, las cosas son distintas. En este caso, la persona siente que hay una renuncia en juego. Los hombres que por motivos médicos deben renunciar a su genética, se enfrentan a cuestionamientos propios y a veces cuesta entender y aceptar la paternidad en este contexto.
Muchas veces, en el contexto de una pareja heterosexual, es el amor y el deseo de tener un hijo con su mujer lo que termina por inclinar la balanza de una de las decisiones más difíciles que un hombre puede tomar.
Aún así, la paternidad plantea desafíos complejos. «El hombre solo o acompañado de otro hombre o de una mujer se enfrenta a una experiencia, que en la actualidad, implica revertir viejos y gastados conceptos para hallar las nuevas herramientas que permitan hacer de la paternidad algo posible. La cuestión está en entender que debemos educar y formar a un hijo para un mundo distinto con exigencias y modalidades nuevas», cerró Martínez.