Desde el comienzo de la pandemia del coronavirus hasta ahora, muchas son las dudas que fueron evacuadas con el correr del tiempo. Sin embargo, lo cierto es que hay muchas otras que persisten, como es el caso del miedo a la vacunación en mujeres embarazadas.
A pesar de la desinformación, lo cierto es que al día de hoy se sabe que lo mejor que puede hacer una persona gestante es aplicarse las dosis de cualquiera de las vacunas que hoy se dan en el país, y es eso sobre esto que el obstetra Ariel Masquef y el doctor y director de Halitus Instituto Médico Agustín Pasqualini contestaron una serie de preguntas respecto a los mitos del embarazo y el Covid-19.
Es cierto que en los últimos meses vemos un mayor número de contagios en pacientes embarazadas y con manifestaciones más graves de la enfermedad. Esto se acentúa en el tercer trimestre de embarazo por la limitación que tienen en la parte respiratoria.
Aunque estén sanas, el embarazo mismo las hace más susceptibles a complicaciones. La predisposición a hacer estas formas graves se relaciona con la inmunosupresión fisiológica del embarazo y la limitación que tienen estas mujeres. Sus pulmones están más colapsados por el crecimiento del abdomen de abajo hacia arriba y el diafragma que se eleva. Esta situación les genera menor capacidad ventilatoria, si a eso se suma el COVID, hay una mayor predisposición a tener complicaciones que el resto de la población.
No. Esto no significa que las mujeres que están buscando un embarazo deban posponerla.
Si, hay que vacunarse en cualquier trimestre del embarazo con cualquiera de las tres vacunas que están hoy disponibles, salvo que el médico de cabecera indique que alguna en particular no se puede aplicar. Pero cualquiera de las tres vacunas que están en Argentina son aptas para mujeres embarazadas. Lo bueno es que en estas últimas semanas se abrió la vacunación para todas en todos los trimestres del embarazo e incluso para madres lactantes. Así, podemos protegerlas, al tiempo que generar una inmunidad en la población para poder avanzar hacia la “normalidad”.
También es importante priorizar la vacunación. Ya sea que esté por comenzar una estimulación ovárica, o si justo se está estimulando y le llega el turno para vacunarse. Lo único que quizás hay que evaluar es no vacunarse el día previo a la captación de óvulos o la transferencia embrionaria, pero solo para evitar algún síntoma común de la vacunación, como fiebre justo para ese momento.
Para resumir, puede ser antes, durante y después de un tratamiento de fertilidad, o durante la búsqueda del embarazo, o en el embarazo en cualquier trimestre, o en mamás lactantes. Lo que se está tratando de lograr es que, de cursar la enfermedad, sea de manera moderada y evitar los casos graves.
No hay al momento ni demostrado ni publicados, riesgos para el bebé. Todavía tampoco está demostrada la transmisión vertical, pasaje del virus de la madre al feto. Pero se creería que los anticuerpos en vacunadas darían protección al recién nacido. Por eso al momento del nacimiento la mamá tiene que tomar las medidas y los recaudos en caso de ser positiva, por ejemplo, darle la teta con un barbijo N 95, pero no suprimir la lactancia.
Ningún tipo de consideración salvo que el médico tratante sugiera no vacunarse por alguna patología determinada. Pero no hay al momento documentadas ninguna contraindicación para las embarazadas que cursan un embarazo normal. Se sabe que las plataformas de producción de las vacunas son seguras en el embarazo y hay evidencia de estas plataformas como la vectorial, virus inactivado o las de ARN mensajero, en otras enfermedades.
Es importante recordar que el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos afirma que “no se detectó ningún problema de seguridad para las personas embarazadas que se vacunaron contra el Covid-19 o para sus bebés”. Por eso se recomienda en cualquiera de los tres trimestres con cualquiera de las tres vacunas disponibles.