Los hábitos de higiene de las mujeres se intensificaron durante 2020 a causa de la pandemia. Sin embargo, la temporada de verano exige prestar atención a la salud ginecológica mediante una serie de cuidados preventivos.
En días de piletas, vacaciones y actividades al aire libre hay más exposición a factores que pueden causar molestias en la zona íntima femenina. Una forma práctica de estar cubiertas ante cualquier imprevisto o molestia que pueda surgir consiste en preparar un botiquín ginecológico.
«Quienes sean propensas a tener irritaciones vulvares pueden guardar en el kit alguna crema adecuada para tratar este tipo de dolencia. De manera ocasional también podés llevar, bajo supervisión médica, óvulos vaginales. De esa manera evitarás ir a una guardia si la molestia es leve y estás en otra ciudad (que además es probable que estén muy concurridas). Esto te permitirá salir del paso hasta que estés en casa o puedas consultar con el ginecólogo de cabecera», explica la doctora María Elisa Moltoni, ginecóloga de Halitus Instituto Médico.
Durante los días de calor, el uso de ropa interior de telas sintéticas, el traje de baño mojado mucho tiempo, o el contacto directo con la arena, pueden predisponer a estas irritaciones. Lo ideal es estar atentas y evitar esas situaciones para no tener molestias.
La especialista aconseja además llevar preservativos y anticoncepción de emergencia en el botiquín. «Esto no puede faltar al salir de viaje, dado que la protección de nuestra salud sexual y reproductiva forma parte de nuestro cuidado integral. Es hora de que las mujeres nos animemos a tener preservativos y podamos exigir su uso para tener una relación sexual segura», advierte Moltoni.
Es recomendable tener a mano la pastilla de emergencia por cualquier inconveniente que pueda producirse con el método anticonceptivo que se utilice o con el preservativo. El uso de la llamada a «pastilla del día después» disminuye la posibilidad de embarazo no intencional, pero su eficacia es variable, y es mayor cuanto antes sea ingerida tras una relación sexual.
La copa menstrual suma cada día más usuarias. Este recipiente contenedor fue un boom durante la cuarentena, ya que muchas mujeres tuvieron la oportunidad de probarla desde la comodidad de su hogar para poder adaptarse a este nuevo método de gestión menstrual.
Las usuarias de la copa deben tener en cuenta algunas cuestiones relacionadas antes de salir de viaje. «Se va a necesitar un lugar donde poder hervirla durante 3 minutos, además de un recipiente -que puede ser un simple frasco de vidrio- para poder realizar su higiene adecuada», afirma la experta, quien a su vez agrega: «Se puede nadar tranquilamente con la copa y si el flujo menstrual no es muy abundante puede tenerse colocada hasta 12 horas, lo que la convierte en un método de suma utilidad en ambientes de playa, piletas, excursiones, etc.»
En el caso de no contar con agua potable, «podés primero hervir el agua durante unos minutos para poder desinfectarla y luego proceder a colocar la copa tres minutos más; recordá lavarte las manos antes de manipular y colocar la copa», recomienda Moltoni.
El fin de las vacaciones es un buen momento para sacar turno con tu ginecólogo/a y realizar un chequeo. Muchos profesionales ya atienden en sus consultorios y/o hacen consultas virtuales para poder despejar dudas, pedir órdenes para estudios por imágenes y asesorar a las pacientes con cualquier tema referido a su salud íntima.
«El chequeo ginecológico es fundamental para hacer una detección precoz de ciertas patologías», finaliza la doctora.