El embarazo es un momento muy particular para la pareja y si bien puede ser que se llegue a esa instancia luego de una esforzada y deseada búsqueda, la vivencia de este momento no es igual para los miembros de la pareja.Por lo cual como primera cuestión desmitificar el embarazo como un momento mágico e idílico y aceptar que puede ser generador de «cortocircuitos» es un primer e importantísimo paso.
Dicho esto de saber y aceptar que tenemos un problema, la segunda cuestión es el diálogo poniendo el acento en la escucha del otro. Es importante remarcar esto porque muchas veces cuando pensamos en diálogo, pensamos más en hablar que en escuchar y siendo el embarazo un momento novedoso y distinto, es importante escuchar qué le pasa al otro y no dar por supuesto nada.
Puede ser y seguramente así es, que yo conozca a quien tengo a mi lado puedo pensar que se qué es lo que piensa o siente…pero la verdad es que no lo conozco en esta instancia de estar esperando un hijo.
En la espera de un hijo se nos juegan cuestiones que tienen que ver con la pareja, pero en un nivel más profundo se nos juegan cuestiones que tienen que ver con nuestra propia relación con nuestros padres….entonces escuchar al otro es escuchar este sentir profundo, este sentir que puede ser dolor o sufrimiento relacionado con la propia infancia.
Este nivel profundo de sentimientos puede estar «haciendo ruido» durante el embarazo por lo tanto dar por supuesto que el otro está contento porque estamos embarazados y eso es lo que buscábamos …podría ser un grave error generador de mucha distancia entre los miembros de la pareja.
Por otro lado el embarazo obviamente involucra al cuerpo, el cuerpo queda tomado por otros deseos, otras urgencias, otros ritmos incluso otras limitaciones y a veces este aspecto es difícil de sobrellevar.Frente a esto es importante ser consciente y acompañar, animarse a explorar este espacio del cuerpo del embarazo, abriendo nuevas rutinas y
prácticas.
Cambiar hábitos, horarios, modalidades de los encuentros de la pareja puede ser una buena idea a la hora de buscar la intimidad y el placer.
Por lo tanto:
El embarazo puede estar acompañado de una crisis profunda de la pareja, y esto no es necesariamente malo ni disruptivo.Todo es cuestión de afrontarlo, animarse a conocerse y conocer al otro.
Aceptar que el otro puede vivirlo de una manera distinta.No idealizar. No minimizar. No maximizar.
Animarse a la aventura, y tratar de ser creativos en el encuentro consigo mismo y con el otro puede ser una buena manera de afrontar las crisis de pareja durante el embarazo.