El tampón higiénico no debe llevarse más de ocho horas seguidas, debido al riesgo de sufrir un choque tóxico a causa del estafilococo dorado. Así lo recordaron investigadores y médicos que participaron en un estudio publicado por la agencia Salud Pública Francia, quienes recomendaron «cambiar el tampón entre cada cuatro y ocho horas y evitar llevarlo durante la noche».
Consultado por Infobae, el doctor Sergio Pasqualini (MN 39914), director científico de Halitus Instituto Médico, explicó que «en la vagina existe una cantidad enorme de bacterias, así como en todo el cuerpo; es lo que se llama microbiota, la flora normal. Si en esa flora se presenta una bacteria patógena, puede alterarla y provocar infecciones vaginales que pueden llevar al uso de antibióticos orales, óvulos, etc. –reseñó el especialista–. Y la sangre presente en la zona durante el período menstrual resulta un caldo de cultivo para favorecer el crecimiento de bacterias».
Las defensas que presenta el cuello del útero se pierden durante la menstruación, y así como baja la sangre menstrual puede favorecerse la subida de gérmenes
La investigación internacional analizó cinco casos ocurridos en 2013 y 2016 en Francia. Las pacientes, de entre 12 y 21 años, tuvieron que ser «hospitalizadas en reanimación», precisaron los autores del estudio. «La investigación evidenció una mala utilización de estos tampones», agregaron.
Cuatro de ellas habían llevado tampones durante más de ocho horas por la noche y una de ellas incluso antes del inicio de la regla. «El lavado de manos antes y después de la introducción del tampón era variable según los casos», agregaron los expertos.
Pasqualini reforzó: «Si la flora vaginal es normal, no hay riesgos, pero si a la sangre se le agrega un tampón, que retiene y absorbe esa sangre, si existía de antemano una bacteria patógena esto favorece su proliferación. Y cuanto más tiempo esté colocado el tampón, mayor será el riesgo».
Y tras asegurar que «si se usa tampón y se cambia periódicamente las posibilidades de que eso ocurra son mucho menores», el especialista recomendó no usarlo para dormir.
«Las copas menstruales, que cada vez están ganando más adeptos, retienen la sangre pero el tampón la absorbe y favorece más las infecciones, insistió Pasqualini.
Y finalizó: «Las defensas que presenta el cuello del útero se pierden durante la menstruación, y así como baja la sangre menstrual puede favorecerse la subida de gérmenes, lo cual se ve potenciado por la retención de la sangre, que aumenta las chances de que se produzca una infección ginecológica».
El choque tóxico debido al estafilococo menstrual sigue siendo una «afección rara», con muy pocos casos anuales. Implica fiebre, erupciones cutáneas, bajada de tensión y otros males potencialmente graves (digestivos, musculares, renales).