La vitrificación de óvulos como herramienta para preservar la fertilidad es, hoy en día, una realidad. Los avances científicos acompañaron los cambios socioculturales de los últimos años, cambios que no existieron desde lo biológico. La vida útil de la función reproductiva de los ovarios sigue siendo limitada, y comienza a complicarse luego de los 35 años.
La mujer debe saber que, en manos de profesionales idóneos, la vitrificación no afecta la calidad del óvulo. Y al mismo tiempo, que la calidad de los óvulos tiene, en general, una relación directa con la edad, a menor edad mejor calidad. En el contexto de pandemia, se puede comenzar el proceso de vitrificación. Las primeras consultas pueden hacerse en línea y serán ideales para evaluar a la mujer y realizar los pedidos de todos los estudios necesarios.
Cuantos más se tangan, más posibilidades hay que alguno de ellos sea bueno. Si bien algunos profesionales dan un número X, esto en la realidad dista de ser verdad. Cuando realizamos una fertilización in vitro con óvulos en fresco -es decir sin vitrificar-, a veces obtenemos, por ejemplo, 20 óvulos y no logramos el embarazo. En otros casos, lo logramos con cuatro.
Si partimos del concepto que la vitrificación no afecta la calidad, vamos a tener resultados similares que con una FIV con óvulos en fresco.
Más joven, mejor. Sobre todo en aquellos casos en los que se prevea una disminución precoz de la reserva ovárica, ya sea genética o por alguna enfermedad.
No hay un límite. Toda mujer que se acerque para saber qué posibilidades tiene debe ser evaluada. Puede que una mujer de 40 años califique mejor que otra de 35. Más aún si nunca busco embarazo, ya que puede tener una reserva ovárica aceptable, frente a otra que está buscando hace años.
Es cierto también que la vitrificación se instaló como una oportunidad real hace pocos años. Es decir, una mujer de 48 años no tiene que sentirse mal por no haberlo hecho, porque en la época en la que hubiera sido bueno para ella la tecnología de la vitrificación no se había desarrollado como para tener chances reales de éxito al descongelarlos.
Sin embargo, hoy la realidad es diferente y es importante que toda mujer cerca de sus 30 años, esté informada para tomar una decisión.
Los óvulos criopreservados lo están a -196 °C, a esa temperatura la actividad molecular está prácticamente detenida y pueden permanecer durante mucho tiempo.
El récord mundial es de 14 años, logrado por nuestro Instituto y es un Guinness. Si los óvulos permanecieron criopreservados sin verse afectados por lo menos por 14 años, podemos extrapolar que podrían mantenerse sin verse afectados por muchos años más.
Se confecciona la historia clínica, en la que se evalúan los antecedentes, el nivel de las hormonas relacionadas con la función ovárica, y una ecografía ginecológica, que mira el tamaño de los ovarios y la cantidad de microfolículos que presentan.
Halitus junto con la Fundación REPRO hicieron un acuerdo para hacer más accesible estos tratamientos en cuanto al costo y la forma de pago.
Si al momento de iniciar la búsqueda de un embarazo es posible hacerlo de manera natural, y dejar los óvulos vitrificados para ser utilizados como último recurso.
Los óvulos vitrificados son como el seguro de vida: es bueno tenerlo, pero es mejor aún no usarlo.
Lo ideal es que toda mujer tenga óvulos vitrificados, y cuando llega por ejemplo, a los 50 años y haya tenido si los deseó, hijos, que los descarte. Mejor aún, si califican, los puede donar para que otra mujer que necesite óvulos donados pueda intentar tener un hijo, tener la oportunidad.